Fernando Leyenda, el patrón mayor de Baiona, lleva diez días en huelga de hambre. Dijo que solo volvería a comer cuando la consellería «fixese cumplir as súas normas e expulsase aos socios que non pagan a vixiancia». Y sigue en sus trece. Ha pedido, eso sí, la mediación de la Federación de Confrarías de Pontevedra, que ayer se reunió para analizar el problema. Los pósitos pontevedreses tuvieron como invitada a la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que mantuvo que se trata de una cuestión de régimen interno de la cofradía en la que la Administración no puede entrar. «Nós o que queremos é unha solución, porque está en risco a saúde de unha persona e o pan de moita xente», explicó ayer José Antonio Gómez, presidente de la federación de Pontevedra. Por eso las cofradías acordaron emplazar a Leyenda a que abandone la huelga de hambre y se siente con los percebeiros a tratar de buscar una solución al problema con la federación como mediadora.
Otro de los fuegos que se intentaron apagar ayer es el que ha caldeado el ambiente entre los mariscadores de Vilaboa y de Moaña por el banco de Edreira. Exigen a Quintana que aclare el conflicto y señalan que la federación va a respaldar a Moaña.