12 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
La situación de abandono en el interior del asilo ha llegado a tal extremo que ahora el problema ya no es solo quién y cuándo recogerá los vertidos, sino cómo se hará. Aunque la promotora reciba la licencia de demolición, la recogida sería más de basura que de escombros, con lo que tendrían que retirarse por separado y depositar en diferente sitio para evitar contaminaciones. El panorama no está precisamente como para separar plásticos de vidrio.
El tapiado en su día de la fachada principal del asilo, ordenado por el juzgado, lejos de eliminar a los okupas del inmueble, como se pretendía, lo único que hizo fue esconder el problema y darle entrada por la puerta de atrás, cuando no trasladarlo a otras construcciones abandonadas.