Tres manteros se han librado de la cárcel por unos días. Son los primeros en verse beneficiados por al reforma del Código Penal que ha entrado en vigor modificando las penas que se aplicaban para los vendedores de productos falsificados. Lo que antes era delito ahora es una falta.
Ayer se celebraron en Vigo los primeros juicios tras la reforma legal. En el primero se sentaron en el banquillo de los acusados dos inmigrantes africanos, Asdama Kane y Gora Niang. Como otros muchos vendedores africanos vendían relojes falsificados y discos compactos de música de rabiosa actualidad. Pero había un pequeño problema no pagaban los derechos de marca ni de autor -y por eso la Sociedad General de Autores se personó como acusación particular-.
Estos dos vendedores fueron localizados por la Policía Local de Vigo en el mercadillo de Bouzas el 24 de mayo del año 2009. De los 40 relojes a la venta sólo había algunos -unos 15- que eran de imitación, copias de modelos fabricados por conocidas marcas de artículos de lujo como Dolce & Gabanna y Armani, entre otras.
Inicialmente la fiscalía solicitaba para ellos sendas penas de año y medio de prisión y 18 meses de multa a razón de doce euros al día.
Pero el ministerio público retiró esta solicitud de pena y la cambio por una más leve, la localización durante cuatro días seguidos, que los penados tendrán que cumplir notificándolo al Centro de Inserción Social.
En el otro juicio se sentó en el banquillo otro mantero, de nacionalidad española, Humberto Vicentes James Bastos al que la policía local le requisó 90 películas de deuvedés y 13 discos compactos de música. Humberto Vicente James solo tendrá que pagar una multa de 45 días a razón de cuatro euros diarios.
Su abogado, Ernesto Armada, está satisfecho con el cambio legal y señala que «la ley anterior era una aberración».