El viejo Derby, café y mucho más

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

13 nov 2010 . Actualizado a las 03:40 h.

No necesitaban quedar. Sabían que no había más que acercarse hasta el Derby para encontrar a los amigos. Dicen los que conocieron aquel emblemático local que era mucho más que un café. Cerró hace casi 43 años, pero los que un día lo pisaron todavía lo recuerdan, sobre todo si salen a colación las viejas tertulias. Eran muchos los que no se perdían la del Derby. En realidad las del Derby, porque eran varios los grupos de conversadores que se formaban cada día.

Albino Mallo, hijo del propietario, de nombre idéntico, ha hecho memoria para refrescarnos la nuestra. En Algo máis que un café (Galaxia) relata sus recuerdos -«para min o bar era unha prolongación da casa»- que, a la postre, son los de muchos vigueses que superan (a poder ser con creces) los sesenta.

Durante la presentación, celebrada ayer en la Casa da Cultura, Víctor Freixanes señaló que, más que la historia de un local, el lector se encontrará en el libro una crónica certera del devenir de Vigo, una ciudad hecha a base de sumar, de gentes que llegaban de fuera, muchas con la intención de poner proa a América pero que al final, fascinados por las potencialidades que ofrece, se quedan para siempre. Fue el caso de Albino (padre), un leonés que nunca llegó a embarcar rumbo a Buenos Aires como había planeado.

Curiosamente, su local se convertiría en punto de encuentro de tantos y tantos como cruzaron el Atlántico en ambos sentidos. Basta con echar un vistazo al apartado que el autor del libro dedica a algunos de los más conocidos asiduos del Derby, empezando por Cesáreo González y rematando por Fernández del Riego.

Sus cafés, cervezas y vermús (los tres productos más solicitados) también los cataron García Lorca, Marcial Lafuente Estefanía, Valle Inclán, Manuel Mur Oti, Celso Emilio, Mario Granell, Maside, Lugrís, Laxeiro, Díaz Pardo... Menos numerosa fue la presencia femenina en aquellos grupos culturales que se citaban en el Derby. Pero haberla, la hubo. Cita Albino Mallo en primer lugar a Chuchi Kruckenberg. «Era a única representante feminina das letras en medio de todos os intelectuais da época». Más esporádicamente empezaron a ir luego María Victoria de la Fuente, Mercedes Ruibal, Julia Minguillón o Carmen Laforet.

En las últimas páginas de la publicación figura una escolma de caricaturas de algunos de los citados, curiosamente, realizadas por otro habitual, Xaime Isla, cuya faceta de caricaturista no es demasiado conocida. Uno de los trabajos, fechado en septiembre del 39, corresponde a una hoja de la carta del bar, en la que aparecen músicos (había música en directo), camareros y clientes.

Recuerda el autor que el cierre del café fue todo un ceremonial. Fueron muchos los clientes que se concentraron en el local la noche previa. Todos se llevaron algún recuerdo, desde los juegos de ajedrez o dominó que usaban normalmente, a botellas de licores, hasta bandejas de camarero y alguna mesa.

Mallón padre permaneció siempre en Vigo fiel aos seus amigos e as súas partidas de xadrez, recuerda el hijo, hasta su muerte en enero de 1971.

Uno de los premios del concurso convocado por Pereira, en el que un niño, en colaboración con un familiar, presentaba una receta, era asistir a un curso de cocina impartido por cocineros del Grupo Nove. Un total de veinte alumnos, entre niños y familiares asistieron ayer a la segunda de las clases del curso (son cuatro en total), que imparten los chefs Antonio Botana y Javier Olleros.

Mala suerte dicen que tuvo el joven piloto vigués Miguel Araújo en el recién celebrado Campeonato de España de Karting. En la segunda carrera salía desde la posición 25 y en una espectacular remontada logró ponerse de sexto en solo tres vueltas. Al final, un adelantamiento precipitado, acabó con la posibilidad de subir al podio. Otra vez será.

El profesor Juan María Pou, director del grupo de investigación de Aplicaciones Industriales de los Láseres de la Universidad de Vigo, se ha convertido en el primer científico español en formar parte del consejo director del Laser Intitute of America, la sociedad científica internacional de mayor prestigio dentro del campo de las tecnologías láser.

En cuanto conoció la noticia, al profesor Pou se le activó esa vena de equipo consuetudinaria al mundo de la investigación: «Para min é toda unha honra, pero non é un mérito meu senón un éxito de equipo», dijo.

Como hiciera hace unos días Betty Rey a propósito de su jubilación, recordó que fue el profesor Marino Pérez-Martínez en el que, en 1982, abrió en la escuela el primer laboratorio español de aplicaciones industriales de los láseres, y que fue aquella apuesta lo que ha propiciado que se reconozca dentro y fuera de España el trabajo de la Universidad de Vigo en ese campo. Pues eso.