Kouchner dejará el Gobierno francés por la deriva de Sarkozy

Esperanza Suárez PARÍS/LA VOZ.

VIGO

Se queja de las «humillaciones» a que lo sometieron los consejeros del presidente

07 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los miembros del Gobierno francés apenas pueden disimular su nerviosismo. Nicolas Sarkozy prepara una amplia remodelación que previsiblemente pasará por la sustitución del primer ministro. El titular de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, será de los que no repita porque se siente «humillado» por algunos consejeros del presidente.

La carta de dimisión la envió Kouchner a finales de agosto y hoy la hace pública el semanario Nouvel Observateur . Emblemática figura del socialismo francés, el jefe de la diplomacia gala fue el primer gran fichaje de Sarkozy en su política de apertura a la izquierda. En su carta de dimisión toma nota del «final de la apertura» y se lamenta de la «inflexión» en materia de seguridad adoptada por el presidente. Sin nombrarlos directamente, se queja de «las humillaciones» recibidas en el Elíseo por su secretario general, Claude Guéant, y el asesor diplomático de Sarkozy, Jean-David Levitte.

Kouchner no va mucho más allá y prefiere guardarse las espaldas: Sarkozy le ha propuesto encarnar la nueva figura de Defensor del Pueblo, según las nuevas funciones que le atribuye una ley aprobada en junio.

François Fillon ha empezado en cambio a desmarcarse públicamente del presidente. El fiel primer ministro, ejecutor en la sombra de las decisiones de Sarkozy, se distanció en verano de la política de desmantelamiento de campamentos y expulsiones de gitanos y ha empezado a pronunciar palabras hasta ahora tabú para el jefe del Ejecutivo, como rigor o recesión. Para alimentar los rumores de su posible salida del Gobierno, el domingo dejó abierta la puerta a la modificación de la única promesa electoral que Sarkozy está dispuesto a mantener hasta el final de su mandato, el escudo fiscal que limita los impuestos de las grandes fortunas del país. Eso, después de negar ante las cámaras que el presidente haya sido su mentor.

El caso es que el último sondeo de París-Match revela que la popularidad del presidente ha bajado tres puntos en septiembre y se sitúa en el 35%, mientras que la del primer ministro sube cinco puntos y alcanza el 56%. Fillon se ha apresurado a negar cualquier ambición presidencial de cara al 2012. Respecto a la siguiente cita electoral, en el 2017, el primer ministro se muestra mucho más ambiguo.

Estos últimos días, Sarkozy ha multiplicado sus reuniones con los dos hombres que más suenan para ocupar la probable baja de Fillon al frente del Ejecutivo: Jean-Louis Boloo, actual ministro de Ecología, y Jean-François Copé, jefe del grupo parlamentario de la UMP. «Esta vez Sarkozy se ha puesto en serio», según un miembro del actual Gobierno. Algunos integrantes del Gabinete han contratado últimamente consejeros de comunicación para asegurarse su presencia activa en los medios en estos días previos a los cambios.

Si el presidente cumple los plazos que él mismo se ha marcado, la remodelación será para finales de mes. Además de Kouchner y del propio Fillon, también parece tener clara su salida el ministro de Cultura, el controvertido Frédéric Mitterrand.