«Nadie en Luanda se pierde lo que está pasando en Vigo»

VIGO

El campeonato de hockey sobre patines descubre a la ciudad un deporte modesto en el que la exhibición de alegría de Angola ha sido la protagonista

11 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El día en que Cristiano Ronaldo llegaba a Madrid en jet privado, la selección portuguesa regresaba a su hotel en autobús. El lunes, 6 de julio, 80.000 personas asistían a la presentación en el Bernabeu del astro luso. Dos horas antes, sus compatriotas se jugaban su clasificación para cuartos de final de un mundial ante poco más de mil. Y, con los 94 millones de euros que costó CR9, se podrían organizar todos los campeonatos del mundo de hockey a patines hasta el año 2209, doscientos años, a razón de un millón por competición.

El deporte más modesto del mundo se ha dado cita esta semana en Vigo. Y se nota. No por la organización, que elogian los propios equipos, sino por los mismos protagonistas. Sirvan como ejemplo los premios que ha recibido la selección española por ganar los dos últimos mundiales: una cámara digital (2005) y un reproductor mp3 (2007). Las primas pueden parecer escasas, pero hay selecciones en Vigo que llegaron más en precario: los jugadores de Inglaterra, alojados en el hotel Coia, se pagaron ellos mismos el viaje y el alojamiento, ante la falta de recursos de su federación.

En tales estrecheces, sorprende la selección de Angola, que ha sido la gran animadora del campeonato. El equipo ha viajado a Vigo acompañado de una expedición de doscientas personas. Tres autobuses trasladaban diariamente a jugadores y aficionados al Ifevi, todos perfectamente uniformados con camisetas de su país. «Nuestro gobierno se ha volcado con el mundial, porque queremos dar buena imagen en el mundo», explica José Quissanga, periodista angoleño desplazado al evento, «hemos sufrido una larga guerra civil, y ahora queremos prosperar y ser protagonistas en las grandes citas deportivas».

Los buenos propósitos no se traducen solo en la masiva presencia de aficionados, sino también de los propios periodistas. Quissanga está en Ifevi acompañado de Aguilar Virgilio, Tosh dos Santos y Kito Payada. Los cuatro son los enviados especiales de Radio Nacional de Angola. El despliegue sorprende, teniendo en cuenta que, muy cerca, se sienta el único periodista que ha desplazado Radio Galega. «Por lo visto, venimos más periodistas de África que de Galicia», reconoce el locutor, «pero es que nuestras retransmisiones las escucha allá en directo todo el mundo; nadie en Luanda se pierde lo que está pasando en Vigo».

Seleccionador catalán

El seleccionador angoleño es catalán, Miquel Umbert, y reconoce que el país ha hecho un esfuerzo: «Vienen de 29 años de guerra, es un país donde es fácil conseguir una pistola, hay grandes campos minados, el sueldo ronda los 400 kwanzas, que son dos euros, pero es un país rico, maravilloso y emergente; algún día estará a un nivel europeo», explica. Sobre las comodidades de volver a Europa, no lo duda: «Allí, a veces, llego de entrenar y no me puedo duchar, porque hay cortes de agua y de luz, pero el país se está reconstruyendo y te acostumbras».

Además de la radio, hay otros seis redactores de prensa angoleños acreditados en el Ifevi, que teclean febrilmente sus crónicas para la agencia Kwacha Press, los diarios Jornal dos Desportos, O Apostolado y Jornal de Angola, así como para el Semanario Angolense.

Pocos portugueses

En contraste, la vecina Portugal apenas ha desplazado medios a Vigo, aún teniendo en cuenta que es una de las selecciones más potentes. De hecho, los lusos apenas han sido visibles en la ciudad, porque eligieron alojarse en un hotel de Valença do Minho, al igual que Brasil. Para la final de hoy en el Ifevi se espera un lleno y un gran despliegue de medios. Por desgracia para el espectáculo, no jugará Angola, un país tan modesto como este deporte que se convirtió esta semana en la gran protagonista de todo un mundial.