Un ingeniero técnico industrial, José Manuel Lago, realizó una investigación sobre el viaducto de hierro de Redondela. La obra fue efectuada por ingenieros de la compagnie Fives-Lille con hierro importado de Francia. Las investigaciones de Lago descartaron la autoría de Gustave Eiffel, al que erróneamente se le había atribuido.
El viaducto terminado en 1878 fue reforzado en el año 1912 y, si estuviera en buenas condiciones, sería capaz de soportar 2.000 toneladas de peso. La corrosión se ha ido acentuando desde 1976, año en que dejó de usarse, al desviarse la línea férrea a otro viaducto. La existencia de varios puentes sobre el tren han hecho que Redondela sea conocida como la villa de los viaductos.
El material utilizado es hierroi colado, con un contenido de carbono muy inferior al de un acero. Tras fundir el hierro se obtenía una masa semisólida que aún contenía escorias y que presentaba falta de homogeneidad en sus propiedades. Luego esta masa se fraccionaba en bolas de cincuenta kilos de peso que era sometida a martillazos para ser compactada. Después se laminaba. Para obtener un hierro de calidad superior se volvían a fundir las láminas a 1.300 grados de temperatura y volvía a golpearse y soldarse, y de nuevo se hacían barras.
A los expertos que han analizado el viaducto les ha llamado al atención que la construcción original está mejor conservada que los refuerzos realizados en 1912 y que fueron hechos con acero.