Período de reflexión en el BNG tras la bajada del 7-M

VIGO

12 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Si el pasado domingo se hubieran celebrado elecciones municipales los nacionalistas hubiera perdido tres de sus cinco concejales actuales, lo que hubiera supuesto un cataclismo político de grandes proporciones. Resulta evidente que los procesos electorales no son intercambiables, pero también que un resultado negativo tras otro marca tendencia.

Por esta razón la preocupación se ha instalado en el seno del Bloque vigués en paralelo a lo que ocurre en el conjunto de la organización. Si el 1-M los nacionalistas salían del gobierno autonómico y el 7-M bajaban por primera vez en muchos años del 10% de respaldo ciudadano, en Vigo la situación todavía es más grave.

En la mayor ciudad gallega se quedaron en un 8.8%, por debajo de la media gallega, aunque la extrapolación les permitiría seguir en el gobierno municipal pero solo como exiguo apoyo de un PSOE con doce concejales. La diferencia entre uno y otro socio de la actual coalición sería en esa hipótesis la mayor en décadas.

No hay que olvidar que cuando Lois Castrillo llegó al concello las fuerzas nacionalistas sumaban tres concejales, y que a partir de ese lejano 1991 todo fue crecimiento hasta que el propio Castrillo se convirtió en alcalde en 1999. Antes de esta etapa, en 1987 Camilo Nogueira lograba un resultado entonces histórico de cinco concejales al frente de una lista cuyo objetivo, no cumplido, era desalojar al entonces socialista Manuel Soto de la alcaldía. Por tanto, la hipótesis de regresar a dos o tres concejales supone un retroceso abismal para un partido que no hace mucho ostentaba la alcaldía.

Con toda seguridad este fue el tema de conversación de la larga reunión, larguísima, que el grupo nacionalista mantuvo en la mañana del lunes. Según parece el encuentro no estaba previsto y se alargó durante varias horas. Oficialmente fue uno más de los encuentros de grupo, algo que en las actuales circunstancias suena poco creíble.

Una de las decisiones adoptadas en los últimos días por el Bloque es la de que Iolanda Veloso, concejala de Igualdade, Xuventude y Normalización Lingüística, se dedique a tiempo completo al Concello, para lo cual abandonará su actividad de profesora en la facultad de Traducción e Interpretación el próximo curso lectivo. Se argumenta la dificultad de compaginar el horario lectivo con la dirección política de tres concejalías, una de las cuales tiene su sede fuera del Concello, concretamente en la Casa da Xuventude.

En las últimas semanas el grupo nacionalista, que preside el teniente de alcalde Santiago Domínguez, ha sufrido dos novedades relevantes. Por un lado, la incorporación de su número dos, la portavoz María Méndez, a la ejecutiva nacional del Bloque. También la entrada de Eudosio Álvarez, ex delegado de Vivenda, como concejal no electo. Y en los próximos días, antes de finales de junio, se elegirá a los nuevos consellos local y comarcal tras la celebración de la asamblea nacional.