Al día siguiente, se hacía oficial la marcha del rey y la instauración de la República. A las siete de la tarde, una manifestación multitudinaria partía de la Casa del Pueblo hacia el ayuntamiento, encabeza por banderas rojas y tricolores, con los principales líderes locales al frente.
Los concejales antimonárquicos, con Amado Garra y Martínez Garrido al frente, pidieron al alcalde Casiano Méndez que les entregase el mando del Concello de Vigo, a lo que el regidor se negó, aduciendo que debía obtener el permiso del gobernados civil. Mientras se esperaba por este permiso, hubo varias alocuciones a los manifestantes que ocupaban la plaza de A Constitución. Todos los oradores pidieron cordura y disciplina, mientras eran retirados los retratos de Alfonso XIII.