El Concello solicitará ayuda a la Xunta para conservar el monasterio de Albeos, como ya hizo con el castillo de Fornelos, para reactivar el turismo en la zona
15 mar 2010 . Actualizado a las 12:27 h.Un territorio nada explotado, vistas al Miño y tesoros escondidos por todo el municipio. Esas son las bazas del concello de Crecente para intentar atraer a la gente. Claro que para darlas a conocer necesitan una mano y fondos, porque parte de su patrimonio está abandonado a la maleza. Ese era el caso del castillo de Fornelos, una construcción de la época medieval de la que se conserva la torre de homenaje, con 19 metros de altura.
El mal estado en el que se encontraba provocó que el gobierno pidiese ayuda a Patrimonio para poder limpiar la zona y conservar los restos que quedan, pese a que está en manos privadas. «Se llegó a un acuerdo para que no siguiera el deterioro, ya que en el pasado buena parte de las casas de la zona se construyó con las piedras de la edificación», apunta el actual alcalde, Julio César García Luengo.
El mismo trámite esperan que ahora se organice con el monasterio de Albeos, acosado por la maleza, con un galpón adosado y totalmente ruinoso. «Tan solo se conserva un diez por ciento de los restos pero es importante mantenerlos, por lo que esperamos que Patrimonio hable con los propietarios y realice tareas de conservación, porque reconstruirlo es inviable», recuerda el regidor.
En venta sin permiso
El conjunto está en la actualidad en manos de dos personas y supuestamente, se puso en venta el año pasado. El precio de salida, 300.000 euros, casi una ganga si se vislumbra su tímpano esculpido, su pila bautismal, reconvertida en lavadero y parte de sus detalles de piedra. Pero pese a su aparición en el portal Joyas Inmobiliarias de este retazo románico lo cierto es que una de sus propietarias no estaba enterada del proceso.
«Pertenece tamén á unha tía do meu home que está en Brasil e ela non sabía nada de que o puxeran en venta. O consegui porque llo venderon moito tempo despois de que o deixaran as monxas, cando xa estaba moi abandonado. Parece ser que foi o outro propietario, que están en Valencia e non é da nosa familia, que o puxo á venda», asegura una de las vecinas de la zona.
La recuperación de este conjunto no es el único proyecto del Concello para revitalizar la zona. Entre los proyectos que han presentado a la Diputación de Pontevedra se encuentra el de construir un puerto deportivo fluvial en Filgueira.
De este modo se podría sacar partido al río Miño a su paso por el municipio, que cuenta con una zona tranquila y otra de bravas. Las actividades de piragüismo, remo y otras opciones náuticas serían un atractivo para la zona, que podrían aprovechar ayuntamientos cercanos como A Cañiza y también otros como Ribadavia, a solo 10 minutos en coche en cuanto se terminen las obras de conexión con Ourense.
Se puede incluir además el área del norte de Portugal, en especial Melgaço. «También se puede aprovechar el tirón del catamarán que nos une con todo el Miño», recuerda García Luengo.