Ampliación del puente

La Voz

VIGO

04 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Eduardo Rolland

Ya podemos descansar los incrédulos: el puente ha sido ampliado. Y no me refiero al día en que María José Caride se presentó en Vigo con una recreación virtual digna de la factoría Disney-Pixar. En aquella ocasión, nos contó que Rande iba a tener ocho carriles y que los iba a pagar Audasa. Comoquiera que esta empresa lo vendió todo a un banco estadounidense, la película de animación elaborada por Política Territorial debe de estar ya viajando a Hollywood, donde se están riendo más que con Shrek, Madagascar y Buscando a Nemo, juntas.

No hablo, pues, del puente de Rande, que ha sido ya ampliado, pero solo en la realidad virtual. Y que, a lo mejor, con las prisas hasta el 1 de marzo, lo podremos incluso ver, pero solo si nos regalan unas gafas polarizadas. Estas han de venir con la propia propaganda electoral: «Despois de moito anunciar: Aquí teñen o seu Vigo en 3-D» . Así, pasearemos los vigueses, maravillándonos con la Ciudad del Mar, el puente de Rande ampliado, la Ciudad de la Justicia, el Auditorio de Beiramar e, incluso, visitaremos la sede de la Consellería de Pesca, flamante en su nueva ubicación viguesa, siempre y cuando no nos quitemos las gafas que nos van a dar.

En la realidad, que es donde vivimos mayoritariamente los vigueses, el puente de Rande sigue como estaba. Tiene los mismos carriles y los mismos tirantes que antes de que estrenasen la película de Caride, joya del Photoshop y el Autocad.

Pero el puente que sí se ha ampliado es ese en el que vivimos, un producto del tiempo astronómico, un acaso del baile de las esferas, que ha permitido a miles de vigueses decir «Adiós» un miércoles y volver a decir «Hola» un miércoles más tarde.

El puente ha sido ampliado. Pero no el de Rande, como nos anunció hace ya dos años la conselleira de Política Territorial, armada de vistosas recreaciones virtuales. Aquello fue el tráiler de una de tantas películas que, a lo mejor, veremos algún día, pero, desde luego, no en este mandato. Cuatro años solo dieron para presentar maquetas, pasear arquitectos y hacer recreaciones 3-D, que son mejores que las 2-D porque se salen del plano. Las 1-D, que son las más feas, solo las puedes hacer con el dedo, el medio por ejemplo, enhiesto en un segmento que va desde la palma de tu mano hasta el confín de la yema, apuntando al cielo.

El puente de Rande no se ha ampliado, pero sí el puente de fin de año y Reyes, que se ha ganado la consideración del mejor de la última década. Sin anuncios ni alharacas, la cosa va a durar una semana, en la que Vigo disfruta de su ocio, a falta de otra cosa. Así como los musulmanes dan vueltas a la Piedra Negra en su visita a la Meca, así nosotros damos aquí vueltas a los centros comerciales, en una peregrinación interminable que no aliviaría ni el ungüentario de López-Chaves.

Así pues, en materia de puentes ampliados, todos coinciden. Unos, los temporales, los pasamos en un atasco; los otros, los reales, se eternizan atascados.