El Gobierno amplía los análisis para verificar la contaminación del Ribadil

L.Míguez

VIGO

Medio Ambiente investiga el polígono de A Cañiza para comprobar las redes de saneamiento

26 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Esta vez hay respuesta. Para los vecinos de Crecente la cruzada contra la contaminación en el río Ribadil ya no es un molino de viento al que enfrentarse solos. La Confederación Hidrográfica realizará análisis continuos del cauce con el objetivo de valorar su situación. Pese a que tomaron muestras hace unas tres semanas cuando se hicieron públicas las denuncias sobre posibles vertidos, desde la confederación apuntan a que los resultados no son concluyentes.

Aunque los datos obtenidos en esta ocasión no se consideran alarmantes, el continuo movimiento de aguas del río hará necesaria una vigilancia continua para que las 180 familias de Crecente que bebían de este cauce puedan volver a hacerlo.

En esta lucha por devolverle su antiguo esplendor al Ribadil también está la consellería de Medio Ambiente, que investiga la situación de las empresas del polígono de A Cañiza para determinar si están implicadas en la situación.

Una sospecha nada infundada y que ya apuntaron desde el propio ayuntamiento, admitiendo también que carecían de medios para vigilar si se producían vertidos.

Según los vecinos, esta situación continuaba después de hacer pública la denuncia. «Visitamos la zona y en los arcenes se veían los restos. Depende del momento hay más o menos residuos e incluso se pueden ver cómo se lavan camiones en las explanadas y el agua cae al río. Camiones que no sabemos qué tipo de sustancias han transportado», apuntan los afectados.

A la espera

Todos han acogido de buen grado la decisión de la Confederación de continuar la investigación, aunque esperaban tener ya pruebas concluyentes con los resultados que se conocieron ayer sobre las pruebas realizadas el pasado mes.

Tampoco han obtenido de momento los resultados de las pruebas realizadas a una de las niñas por el pediatra, cuyas dolencias podrían estar relacionadas con el consumo del agua del Ribadil.

Por el momento se espera conseguir pruebas sobre el estado del río y la identidad de los responsables de los supuestos vertidos. En el caso de verificarse, la Confederación Hidrográfica seguiría los trámites habituales de abrir un expediente e incluso imponer una sanción económica en el caso de que fuera necesario.