COMENTARIO | O |
31 oct 2006 . Actualizado a las 06:00 h.NO cabe duda que para triunfar en el mercado, primero hay que entenderlo. Para ello, conviene estar al tanto para poder adaptarse a las fórmulas que éste demanda. Pero siendo esto cierto, no lo es menos, la reflexión constante de qué estamos haciendo y qué podemos hacer, lo que nos ayudará a saber a lo que nos estamos enfrentando. Siempre debemos conocer nuestras cualidades, particularidades, intentando hacer nuevas cosas, en definitiva innovar y diferenciarnos de nuestros competidores. El fracaso es no intentarlo de manera continuada. Es muy importante tener confianza en uno mismo, en lo que se está haciendo, pero también no lo es menos el moverse para promocionarse, que conozcan quienes somos y lo que hacemos; lo que acompañados de una buena gestión del tiempo, recurso escaso y fundamental, nos permitirá obtener resultados. La experiencia puede ser considerada como un valor añadido si la sabemos adaptar a nuestros objetivos en busca de nuevas oportunidades. Seremos más eficientes, cuanto más conozcamos y analicemos los motivos de por qué algo no funciona y a continuación se sacan las enseñanzas más adecuadas y realistas de cara al futuro, con los pies en el suelo. Además, vivir situaciones desfavorables la mayoría de las veces despierta un espíritu de supervivencia, que nos permitirá salir reforzados y estar al tanto de lo que nos rodea. Pero sin lugar a dudas, además de todo lo anterior es importante tener estabilidad, apoyándose en la fuerza del grupo defendiendo así mejor nuestros intereses. Porque la cohesión siempre resulta ventajosa. Algo que, normalmente, resulta por desgracia y con frecuencia difícil de recordar.