LA DRAGA
29 mar 2005 . Actualizado a las 07:00 h.HE TENIDO la suerte de asistir a las Fallas de Valencia, donde casualmente me encontré con un conocido abogado de Vigo que había tenido la misma idea vacacional. Tomamos algo e intercambiamos opiniones. Lo interesante son los parecidos y las diferencias entre dos grandes ciudades. A pesar de que éramos un millón de visitantes, el tráfico en la ciudad, donde estaban cortadas muchas calles, funcionaba de maravilla. Es una pena que Rita Barberá no hubiese invitado a su homóloga porque la alcaldesa de Valencia tiene mucho que enseñar, en el buen sentido de la palabra. El tranvía eléctrico marcha estupendamente y enlaza la playa con el centro de la ciudad sin que la espera del usuario supere los diez minutos. No hay que preocuparse en buscar aparcamiento. Eso es una medida más eficaz que imponer la ORA por doquier, una ORA que, por supuesto, no existe en la playa de Valencia.