Reportaje | El hombre y el mar La Diputación comienza en Baiona una campaña de sensibilización sobre el medio marino utilizando un antiguo velero que será visitado por más de 300 jóvenes de la villa
30 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Fue construido en 1930 y después de haber cruzado todos los mares, sobrevivido a bombardeos, y empleado para la pesca, el transporte de pasajeros, de mercancías e incluso el narcotráfico, el Nauja navega por aguas más tranquilas y en misiones menos arriesgadas: la educación ambiental y la conservación del medio marino. Anteayer quedó amarrado en el puerto pesquero de Baiona, el punto de partida de una campaña de concienciación promovida por la Diputación de Pontevedra y que durante las próximas semanas le llevará a los puertos de O Grove, Vigo, Cangas, Bueu, Porto Novo, Vilanova de Arousa y Vilagarcía. Más de 300 niños de colegios de Baiona y Panxón visitarán hasta hoy este viejo velero de dos mástiles perfectamente restaurado, así como la pequeña exposición sobre el mundo de la navegación que ha quedado instalada en el centro cultural Torrente Ballester. La nave, que es propiedad de la empresa Aquavisión, permanecerá abierta al público durante todo el fin de semana, antes de zarpar a su próximo destino. Conferencia Esta iniciativa se complementa además con una serie de charlas sobre conservación del medio marino. El responsable de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA), Alfredo López, ofrecerá a las ocho de la tarde de hoy en el mismo centro cultural una conferencia sobre el programa de seguimiento de delfines tras el desastre del Prestige , que están llevando a cabo a bordo de esta embarcación. «El objetivo de esta iniciativa es volver a descubrir al público la relación íntima entre el hombre y el mar en las rías gallegas», explicó ayer Francisca Canal Gómez, diputada provincial de Medio Ambiente, durante el acto de presentación celebrado a bordo del barco y en el que también participaron el alcalde, Luis Carlos de la Peña, y la concejala de Cultura, Ana María Rodríguez. Se trata de una experiencia pionera en España que ayudará a los más jóvenes a acercarse a la belleza del mundo marino.