Reportaje | La jornada del estreno de sus señorías Vigo envía a la mayor representación de su historia a Madrid. Dos del PSOE, dos del PP, dos del Bloque y una ministra, testigos de la legislatura que comienza
02 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La octava legislatura de la democracia arrancó ayer con 601 proyectos, el mismo número de senadores y diputados que ocupan sus escaños. Pero por primera vez seis vigueses, de nacimiento o adopción, se sentarán en las Cortes e incluso otro de sus conciudadanos en el banco azul, el de los llamados a dirigir los designios del país. Sólo dos de los nuevos representantes vigueses en el poder legislativo repiten experiencia, el popular Carlos Mantilla en el Congreso y el designado por la Comunidad para el Senado, el nacionalista Anxo Quintana, que aunque nacido en Allariz, el barrio de O Calvario dejó su impronta de la ciudad en su infancia y juventud. Enrique Curiel volvió también ayer a las Cortes tras un largo paréntesis de ocho años, los mismos que su partido pasó en la oposición. Pero en lugar de hacerlo en la Cámara Baja como cuando representaba al PCE, a IU e incluso al PSOE, como en el 93, el sustituto en el puesto de Carlos Príncipe lo hizo en la Alta, donde además desempeñará el papel de secretario general del grupo socialista, ahí es nada. La nueva sangre política viguesa llegó a Madrid de manos de tres mujeres. Una de cada grupo político. La socialista María Xosé Porteiro ocupó uno de los escaños junto al pasillo y pasó su primera jornada al lado de la coruñesa Carmen Marón, que finalmente se quedó sin el prometido puesto en la Mesa del Congreso. En el mismo hemiciclo, pero en las filas superiores, se estrenó también ayer la nacionalista Olaia Fernández, ubicada entre su veterano compañero Francisco García y la representante navarra Uxue Barkos. En el Senado debutó la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, que por designación autonómica coincidirá en los vuelos a Madrid con algunos de sus compañeros y la futura ministra Elena Espinosa.