MARTA F. PEDRERA OPINIÓN
29 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.El 2001 arrancó con temporales y terminó casi con sequía, pero no de noticias. Los vigueses lo recordarán como un año de meteorología revuelta porque el trasno nubeiro provocó inundaciones, levantó tejados y nos deprimió un poco a todos. El sol se hizo de rogar, pero hubo otras alegrías. Como ver al Celta en Sevilla en la final de la Copa del Rey, aunque el Zaragoza nos arrebató el título. O comprobar que la nuestra es una ciudad de cine, al menos para directores como Gonzalo Tapia, que rodó aquí Lena, o Fernando León, que todavía no terminó el rodaje de Los lunes al sol (en este caso la lluvia también fue culpable, pero por no aparecer). La película del director madrileño trajo a Vigo a Javier Bardem, aunque el actor no se dejó ver mucho, quizás porque esto tampoco es Hollywood. Por no tener, ni siquiera tenemos aún el segundo cinturón. Sin embargo, sí que se empiezan a ver otras obras, como la Ciudad Universitaria o el Museo de Arte Contemporáneo. Y el 2001 fue el año de la adquisición del teatro-cine Fraga por Caixa Galicia, que ha comenzado a reformarlo para convertirlo en su sede cultural, igual que Caixanova prepara su sede social y cultural en Casa Bárcena. También fue un año de cumpleaños porque la primera escuela universitaria de Vigo, la de Ingeniería Técnica Industrial celebró su centenario. Y un año de conflictos laborales como el de GEA; estudiantiles, como el que provocó la Ley Orgánica de Universidades (LOU); o políticos, el más reciente, el del PSOE local. Además, en el 2001 nos visitó el presidente del Gobierno, José María Aznar; el ministro Francisco Álvarez Cascos, el cantante Alejandro Sanz y hasta el Rey de España. Los trajo la campaña electoral, la Regata Príncipe de Asturias o las fiestas del verano. En definitiva, el 2001 no fue ni mejor ni peor, aunque Vigo espera recibir del nuevo año un poco más de cariño.