Ni Loureiro ni Quagliata brillaron en una labor en la que han destacado durante el inicio de temporada; y Barcia y Comas tampoco se mostraron infranqueables
15 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Deportivo trabaja para paliar los problemas que padece a la hora de resguardar la propia portería. Seis goles encajados en los dos últimos partidos disputados en Riazor retratan una alarmante involución defensiva que lastra cualquier otra perspectiva del juego blanquiazul. Mientras Antonio Hidalgo y sus futbolistas no sean capaces de frenar esta sangría, se hace imposible pensar en cualquier otro reto a abordar.
El problema trasciende la importancia de la eliminatoria de Copa contra el Mallorca, en el que la seguridad defensiva pasará un nuevo examen más allá del resultado final. Ahora mismo gana relevancia el objetivo de recuperar cuanto antes una base sobre la que asentar las buenas sensaciones y un rol competitivo acorde a las expectativas del equipo coruñés.
Al término del partido del pasado sábado, el entrenador deportivista no disimulaba la necesidad de «recuperar inmediatamente» la solidez defensiva «para poder seguir compitiendo al nivel que veníamos haciendo. De los últimos siete partidos hemos ganado cinco. Eso habla de lo bien que lo hace el equipo, pero nos quedamos con los dos últimos [sendas derrotas]», señaló.
Las bajas de jugadores con especial incidencia en el trabajo defensivo, pues los sancionados Noubi y Villares se unieron a los lesionados Ximo y Escudero, se añadieron al éxito de la Real Sociedad B para encontrar los punto débiles del equipo coruñés. Minada la capacidad de sorpresa de los Yeremay y Mella, tampoco José Ángel, Mario Soriano y Patiño movieron con comodidad el balón, lo que permitió recuperaciones al rival que desnudaron la línea de retaguardia blanquiazul. Ni Loureiro ni Quagliata, desgastado por sus incesantes intentos de sorprender en ataque, brillaron en una labor en la que han destacado durante el inicio de temporada. Tampoco Dani Barcia y Arnau Comas se mostraron infranqueables como en el partido contra el Albacete de hace solo tres jornadas.
En el compromiso contra el Mallorca se dan por descontados los regresos de Noubi y Villares, mientras quizá haya una oportunidad para Gragera, llamado a las filas deportivistas el pasado verano como elemento diferencial a la hora de liderar, así como dar sentido, al trabajo táctico y defensivo de este ahora mismo frágil Dépor.