Noubi está creciendo poco a poco. Como todos los jóvenes necesita minutos para estabilizarse. Tiene virtudes, como su polivalencia y su fortaleza a nivel condicional, pero también comete errores de fragilidad defensiva por un cierto exceso de confianza en ganar duelos con limpieza. Está aprovechando la oportunidad ante la baja de Ximo y fue la solución que Antonio Hidalgo encontró para mantener a Loureiro en el centro de la defensa, donde el entrenador confía plenamente en él. ¡Si fue importante la lesión de Ximo, que provocó que se dudase de toda la línea y le costó el puesto a Barcia! Noubi en esta indefinición está encontrando su lugar.
Está claro que Ximo es mucho más específico para el puesto y se sitúa un escalón por encima de su compañero. A Noubi le queda camino por recorrer, mientras la madurez competitiva y el dominio de todos los instrumentos propios del lateral están del lado de aquel. Pero el belga se está adaptando y, sobre todo, dando el nivel competitivo que su entrenador le exige.
Para entender la necesidad de fichar un nuevo lateral hay que saber cuánto tiempo pasará Ximo de baja y si el míster contempla a Noubi en otra posición diferente. La respuesta a estas dos preguntas dará más elementos para valorar si hace falta un refuerzo. Ximo tiene más bagaje defensivo, llega y aparece en ataque, mientras Noubi es más defensivo y tiene trazas más especificas de esta línea. Cuentan con armas diferentes para un mismo puesto.
El problema es que encontrar un lateral mejor que Ximo será complicado. Antes, cuando querías poner un jugador de baja incidencia en el juego, era de lateral. Ahora este rol ha cambiado: ha aumentado su ponderación, hasta el punto de que muchos entrenadores lo consideran clave en sus esquemas. Ya no es el eslabón débil de un equipo.