Adrián Guerrero, el extremo que asoma en el Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

Adrián Guerrero, durante un partido con el Fabril esta temporada
Adrián Guerrero, durante un partido con el Fabril esta temporada CESAR QUIAN

En Primera RFEF tientan al ferrolano, aún con ficha juvenil, que se exhibe en el filial y ya ha ido convocado con el primer equipo

29 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

De entre la media docena de goles que ha convertido para el Fabril, ninguno lo define mejor que el más feo. El primero de su partido redondo frente al Laredo. Un robo en campo propio, una rápida combinación con Luisao, y una salida en carrera para retarse con un marcador acorde al (casi) metro noventa que levanta del suelo. Vencedor en el cuerpo a cuerpo, cuando el meta visitante emborrona la acción, Adrián Guerrero ya ha exhibido velocidad y potencia. Después, aún alcanzará el rechace para firmar el 1-0 y estirar la lista de virtudes, añadiéndole pegada. En la misma cita, probará precisión en el envío, sirviéndole el segundo a Kevin Sánchez (ya le había brindado otra asistencia, con un espectacular centro en Pontevedra) y recursos para el mano a mano, cerrando la goleada con un remate picado.

Otro doblete, como el que le endosó al Llanera, elevando a media docena la cuenta de dianas en esta campaña prácticamente perfecta. La de su consolidación en el filial pese a contar todavía con ficha del juvenil: titular en todos los encuentros salvo el de la jornada 12. Mientras el Fabril caía en Abegondo ante el Coruxo, este ferrolano de 18 años viajaba con el primer equipo hasta Almería. Allí volvía a coincidir en el banquillo con Óscar Gilsanz. El promotor de su salto al B afrontaba cargado de bajas su tercer encuentro a cargo del Deportivo.

Faltaron en los Juegos del Mediterráneo Yeremay Hernández y David Mella, grandes exponentes de lo bien trabajadas que están las esquinas del ataque en la cantera coruñesa. Guerrero es otra prueba. Diferente a la de sus predecesores, por recursos y estructura. Carece del regate en seco del canario y maneja un centro de gravedad y una pierna (la diestra) distinta al talento de Teo, con quien comparte punto de partida.

«Casi siempre juega por la derecha. Es un extremo de los de antes, capaz de irse por fuera, con velocidad y sobre todo con muy buen centro», resumía hace nada Manuel Pablo. El míster es el mismo que tuvo la pasada temporada en División de Honor; sabe bien dónde apretar para que la evolución no se detenga: «Le exigimos dar continuidad al juego, que no tenga pérdidas constantes, como a veces le pasa. Sigue creciendo y quiere mejorar, tiene un potencial muy grande que debe seguir trabajando, exigiéndose en el día a día».

Una percepción no muy distinta a la que tiene Miguel Figueira, entrenador del muchacho en el juvenil de Liga Nacional, al que aportó trece goles en la campaña 2022-2023. «Es todo potencia. Pegó un cambio muy grande en estos dos últimos años a nivel físico. Todos sabíamos el jugador que era, pero ahora sus piernas son otras. Eso habla muy bien de la labor que se hace en Abegondo; no solo en cuanto a técnica y táctica, también en el área condicional», reflexiona el técnico de Mazaricos. Considera a Guerrero «un claro ejemplo de cómo un jugador puede seguir mejorando desde el trabajo diario».

El crecimiento no ha pasado desapercibido y hay conjuntos de Primera Federación que pretenden explotarlo a partir de enero. Las propuesta de cesión en este mercado invernal tienen, sin embargo, muy pocas opciones de salir adelante. El Dépor ya ha prestado a varios canteranos y se resiste a seguir descapitalizando el Fabril de cara a una exigente segunda vuelta. Además, los movimientos en el plantel principal podrían acercar al jugador al debut que no pudo ser en Almería.

De momento, la entidad blanquiazul ha blindado bien a un joven que empezó a pulir en categoría benjamín y ha quemado todas las etapas de la base. En julio de este año, una vez alcanzada la mayoría de edad, le renovó el contrato hasta el 2028, con una cláusula de rescisión a prueba de tentaciones y un plan de futuro con meta en el primer equipo. Es probable que Guerrero no lo siga, acostumbrado como está a adelantarse a lo previsto a golpe de zancada.