Una aduanada es una travesura, o, como dice la RAE, una acción maligna e ingeniosa y de poca importancia, especialmente hecha por niños. Hace más de treinta años, con más ingenio que maldad, un tal Xaime da Pena Ceide, de Lugo, comenzaba a encabezar sus columnas de opinión como aduanadas; más tarde se convirtieron en un blog de carácter cultural, con un gran alto contenido galeguista.
Llega la Navidad, y por un lado, los recuerdos de todos los momentos vividos en estas fechas con los que se fueron; pero gracias a tenerlos presentes, siguen estando ahí sentados en la cabecera de la mesa, con una copa de vino no muy caro, pero Rioja. Por otro lado, la más importante de las cosas menos importantes: el fútbol.
Nuestro Dépor no arranca, no luce, no brilla, aunque sigue vivo. Abegondo ilusiona más que Riazor, y bajo mi punto de vista, no es un problema, sino un privilegio. Yeremay, Mella, Barcia, Rubén, Diego, Kevin, Martín y Jairo, entre otros, están a un paso de convertirse en realidades y dejar de ser los niños de la casa.
Martín, porque aprovechó la oportunidad y nunca negoció un esfuerzo. Diego, por su forma de ver el fútbol y por quererla siempre donde quema. Rubén y Jairo, puro talento, sin fallar un control desde el 2004. Kevin es mucho más que gol, siempre bien orientado para darle una salida al equipo y dispuesto a generar gratuitamente esos metros para estirarlo y jugar por dentro. Mella es verticalidad, quedan pocos jugadores como él y uno de ellos es nuestro. Yeremay es canario, viven de la misma forma el fútbol que el día a día, a base de personalidad, desborde y descaro, y Barcia es el hijo que todos queremos tener: correcto, implicado, disciplinado y, sobre todo, impregnado de ADN deportivista.
No me he perdido ni un partido en Abegondo, a menudo hablo con los míticos durante los descansos y opinamos lo mismo; este Fabril que acumula entre cuatro y ocho bajas por partido está dando guerra en esta categoría. Más allá de los chavales que participan en los campos dos y tres de la ciudad deportiva, tenemos razones para ilusionarnos. Y no olvidemos a otros muchos, Trilli, Noel, Fito, Vituco… Son el resultado de un trabajo bien hecho.
Le pido al año venidero salud, fiesta y fútbol; le pido seguir disfrutando del Dépor como hasta hoy. En Primera, en Segunda y en Tercera.