Por los aledaños de Riazor no nos cansamos de poner cintas negras en el brazo por él. Acompañábamos esto con un discurso muy conciso y directo: «Somos del Dépor gracias a Arsenio».
No nos sorprende que Riazor sea una fiesta cada vez que juega el Deportivo en casa; es algo que hemos interiorizado y a lo que damos normalidad, pero no por ello deja de ser brutal. Qué ganas tiene A Coruña de ver al Dépor otra vez campeón.
En el campo vimos lo de siempre. Trilli no había entrado en la convocatoria por culpa de la fiebre, pero hemos tenido varias oportunidades para comprobar que tampoco cuenta cuando está. En cambio, se cargan la mejor versión de Diego Villares para poner parches con él, y todos los jugadores de la parte ofensiva se disfrazan de superhéroes para generar ocasiones.
El empate no le valía a la ciudad, Riazor quería ganar, pero el entrador manda. Qué pocas ideas tiene el equipo cuando está obligado a ser protagonista con el balón. Es un problema matriz no saber atacar a un adversario que defienda en bloque bajo, y el Dépor no sabe. Cuando se celebran con tanta euforia las acciones a balón parado, sabiendo que gracias al golpeo de Lucas son las mejores ocasiones para hacer gol, significa que algo no está funcionando.
Hablando de Lucas Pérez, no paró de pedir el balón en todas las zonas del campo. Me gustaría conocer los datos WIMU del partido y el mapa de calor. Fue su partido más completo; qué hambre transmitió en todas las acciones. Parece irónico, pero realmente se dejó la cara por el equipo; menos mal que tendrá solución y podremos verle jugar muy pronto, esperemos que incluso en Linarejos.
No puedo hablar del encuentro como una experiencia enriquecedora. Es más, un 0-0 jugándote una categoría profesional es un resultado deprimente. No me cansaré de repetir la suerte que tiene el Deportivo con esta afición, nos vale muy poquito para ser felices.
Sin Quiles, pero esperemos que con Lucas y siempre con Arsenio en la memoria, nos jugamos volver a Segunda División. No tengo la esperanza cargada, porque no veo a un Dépor dominador. Sí me gusta ver la solidez defensiva demostrada en las últimas jornadas, pero no soy optimista.
En mayo se sigue pidiendo a gritos el cese del entrenador. Dato importante.