Divorcio total entre Riazor y Óscar Cano

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

La grada abroncó como nunca al entrenador tras la sustitución de Soriano

07 may 2023 . Actualizado a las 15:58 h.

El día del homenaje a Arsenio, el actual entrenador del Deportivo pagó todos los platos rotos. Pocas veces Riazor abroncó en tiempos recientes a un técnico como este sábado a Óscar Cano. Y eso que en las últimas temporadas pasó un buen racimo de inquilinos por el banquillo blanquiazul. Pero la relación rota desde hace semanas entre el granadino y la hinchada estalló sin remisión en el adiós efectivo a las posibilidades de ascenso directo. El divorcio total se consumó ante el panorama de un Deportivo cohibido en ataque, con futbolistas más preocupados de mantener su posición defensiva que devorar el césped en pos de un balón suelto, mientras el Alcorcón dejaba correr los minutos y se atrincheraba sin pudor en su parcela.

La situación estalló con el relevo de Mario Soriano. Poco después de la hora de juego, la sustitución del jugador madrileño, hasta ese momento entre los más dinámicos y destacados de los blanquiazules, disparó el enfado de la grada hasta límites desconocidos. Esta ya había asumido a regañadientes en la primera parte el traslado de Villares al lateral por la lesión de Antoñito.Pero en aquel momento la olla a presión de Riazor dejó escapar todo el gas. Ni siquiera el afán del mediapunta, que salió por la otra esquina del campo y recorrió a lo largo la grada de Pabellón mientras aplaudía, mitigó el disgusto con la decisión de Cano.

Riazor ya había convertido en costumbre los silbidos hacia el preparador, cuando la megafonía entona su nombre al final de la alineación deportivista. Pero la bronca disparó sus decibelios en pleno partido, mientras el Dépor se volcaba en pos del gol que lo reenganchase a la lucha por la primera posición.

El escándalo se repitió en los instantes finales, después de una nueva ocasión fallada, con el Alcorcón apenas amparado por las paradas salvadoras de su guardameta, y, de nuevo, al final del encuentro. El divorcio es total.

Homenaje a Arsenio

Desde la grada de Marathón Superior, el rostro de Arsenio dibujado en la pancarta de su soso homenaje a buen seguro que observaba todo con asombro y preocupación. Al inicio del encuentro, Riazor guardó el preceptivo minuto de silencio y ovacionó a su eterno ídolo después de que el segundo de O Zorro, Carlos Ballesta, depositase una corona de flores blanquiazules en el césped. En el descanso, los videomarcadores emitieron el último gran homenaje que Arsenio recibió en el 2016 en Riazor. El breve acto terminó con las palabras del inolvidable técnico en su despedida del banquillo del Dépor: «Muchas gracias y hasta la próxima».