La tabla de multiplicar del 7

TORRE DE MARATHÓN

Sergio Reyes Robledo | lof

El Dépor gestó el golazo de falta al Alcorcón desde una brillante jugada que combinó dominio y precisión para impulsar las virtudes de su referente

14 ene 2023 . Actualizado a las 22:53 h.

La primera página del manual de Lucas para el ascenso lo dice claro: «Yo vengo a ayudar». El sueño se quedará en agua de borrajas si el ídolo coruñés ha de ser, parafraseando lo que no hace muchas semanas había dicho Iago Aspas al respecto del juego de su Celta, mamá y papá a la vez. El Deportivo lo interpretó a la perfección en la segunda parte del estreno del 7 contra el Unionistas, y otra vez ayer necesitó del paso por los vestuarios para entender el fútbol que más aprovecha las virtudes de su referente goleador.

En inferioridad numérica, la jugada, brillante en su desarrollo, acabó en el golazo de Lucas, pero había comenzado nueve toques antes. Quiles rebañó lo justo por detrás ante Mosquera en el mediocampo para que Rubén Díez caracolease perseguido por el mediocentro del Alcorcón. Con el fin de quitarse de encima la presión del rival, se la pasó a Olabe y este, aún más atrás, a Lapeña. El central serenó el juego del Dépor y combinó con Jaime, que otra vez se la dio a Olabe, ya libre de toda marca, para que se girase y tocase hacia Quiles. Este, que bajó a recibir, buscó de nuevo atrás a Rubén Díez, que se la pasó otra vez a Olabe. El mediocentro vino a buscar el balón y, sin pestañear, armó la pierna izquierda para sacarse un centro de 40 metros hacia la carrera de Lucas a la espalda de Babin. Este lo frenó en falta, pero el árbitro no le mostró la roja directa, sino la tarjeta amarilla. Quizá porque el centro buscaba a Lucas a la derecha, y no por encima de un delantero que, en cualquier caso, volaba directo y sin frenos hacia la portería del Alcorcón cuando rodó por los suelos.

Aún separado por unos diez metros del balcón del área, Lucas, que había rozado el gol de falta desde mucho más cerca hace una semana, se sacó en Santo Domingo un misil imparable que limpió las telarañas de la escuadra de Chus Ruiz. Así lo vio Óscar Cano al término del partido: «Está superintegrado, y tiene compañeros alrededor que le vienen muy bien. Genera que le equipo contrario esté más atento a él que al resto, y los demás tendrán que aprovecharse de ello».

En pleno desconcierto local, tras una jugada de Villares por la derecha, Lucas buscó la remontada poco después, cuando escorado regateó a Morillas en el área para entrar hasta la cocina. Sin embargo, entre el poste y el portero rechazaron su remate. «Ha tenido otra situación con una jugada espectacular que casi nos da puntos al final del partido. Es un futbolista con otra entidad, diferencial. No solo por la calidad, sino porque tiene la experiencia para ayudarnos», elogió el entrenador. Fue la última ocasión de un Dépor en el que el 7 hace magia, pero no milagros.