Rotaciones que demuestren que esta plantilla es la mejor

Paco Liaño

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

05 dic 2022 . Actualizado a las 10:14 h.

Partamos de que si alguien mereció ganar en Riazor, especialmente por la diferencia del primer tiempo, fue el Deportivo. Auténtico dominador de un encuentro en el que ambos equipos hicieron bastante por ganar, pero dieron mayor importancia a no perder. El respeto se impuso y el conjunto de Óscar Cano centró esfuerzos en evitar pérdidas en zona de riesgo que pudieran generar contras del adversario. Tuvo éxito y eso obligó al líder a elaborar sus acciones, siendo incapaz de superar las líneas defensivas locales.

La solidez blanquiazul fue probablemente la mejor noticia del partido. Era imprescindible crecer en fiabilidad y el Dépor lleva dos duelos seguidos (ambos complicados) sin encajar. Futbolistas como Jaime Sánchez, bajo sospecha, demostraron ser capaces de frenar el potente ataque andaluz. El central estuvo especialmente concentrado durante los noventa minutos, coronando su actuación con un par de acciones con Willy que evitaron un disgusto.

En el lado negativo, queda esa dependencia absoluta de Alberto Quiles en ataque. El 9 estuvo bien, pero le faltó algo de fortuna de cara a portería. En cualquier caso, es necesario disponer de otras herramientas para encuentros así. Kuki Zalazar volvió a quedarse en nada y Gorka Santamaría no llegó siquiera a pisar el césped. El mercado de invierno invita a buscar soluciones en esta demarcación.

El centro del campo funcionó. Sin embargo, faltó más ambición para plantarlo arriba, facilitando robos cerca del área del oponente. El Dépor tiene pocos futbolistas idóneos para una presión alta y eso le condiciona. Probablemente, Diego Villares sea el más adecuado para la labor y su recuperación ayude a adelantar líneas.

Los tres partidos en solo ocho días servirán para dar oportunidades a jugadores como él, que regresan a la actividad. También a otros que apenas han gozado de minutos en lo que va de temporada y deben demostrar nivel para engrosar la plantilla de un aspirante al ascenso directo. Un grupo construido para marcar diferencias precisamente en estos tramos de la competición.