El Deportivo destituye a Borja Jiménez por sus malos resultados

P. Alonso / X. Fernández / I. Antelo REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El club prescinde del entrenador que no logró el ascenso con el play off en Riazor y tiene al equipo a siete puntos del segundo, más lejos que de la zona de descenso

11 oct 2022 . Actualizado a las 14:32 h.

Borja Jiménez ya no es el entrenador del Deportivo. El preparador de Ávila ya sabe que no continuará en el club por la decisión del consejo de administración que preside Antonio Couceiro, después de que tras siete jornadas de liga el equipo se encuentre quinto clasificado de Primera Federación, a siete puntos del liderato, el único puesto que da ascenso directo a Segunda. De hecho, se encuentra más cerca de las posiciones de descenso. El club ya ha anunciado que no continuará como técnico y se espera ahora el nombramiento de su sustituto para que dirija la sesión de trabajo de este miércoles y se siente en el banquillo de Riazor el domingo ante el Linares. Entre los informes que maneja la secretaría técnica del club, el preparador que más gusta a los responsables del club coruñés es Óscar Cano, quien ya subió a Segunda en el 2020 con el Castellón. 

Borja Jiménez llegó al Deportivo en el verano del 2021, cuando el equipo encaraba su segunda campaña consecutiva en la categoría de bronce del fútbol español. El técnico de Ávila resultó el elegido gracias, en gran medida, a los ascensos que había conseguido con el Mirandés y el Cartagena. Después de disfrutar de una situación ventajosa en la liga de Primera Federación, Borja Jiménez fue incapaz de frenar una grave crisis de juego y resultados desencadenada en febrero. Después de que el Racing de Santander le arrebatase el puesto de ascenso directo, tuvo la oportunidad de jugar el play off de ascenso en Riazor ante una afición entregada. Sin embargo, cuando incluso le valía el empate para subir de categoría en el partido decisivo, el equipo blanquiazul perdió ante el Albacete

Entonces se abrió un segundo período de reflexión sobre la continuidad de Borja Jiménez, quien ya había salvado una situación de crisis en marzo. A la conclusión de la liga, gran parte del consejo de administración era partidario de prescindir del entrenador de Ávila, pero finalmente se impuso la idea de que la estabilidad podía contribuir al éxito en la campaña 22-23. 

Sin embargo, los malos resultados, la falta de un patrón de juego definido y las críticas de la afición tras la derrota en Riazor contra el San Fernando minaron la confianza del club en Borja Jiménez. El empate del domingo pasado en el campo del Rayo Majadahonda, después de siete jornadas en las que el equipo coruñés se enfrentó a rivales de la zona media de la tabla, abrió el debate definitivo en el seno del club que desencadenó en su destitución. «O RC Deportivo quere agradecer moi sinceramente a Borja e Álex a súa aposta e traballo durante o último ano e 49 partidos oficiais á fronte do equipo Deportivista, desexándolles toda a sorte a nivel persoal e nos seus futuros proxectos profesionais», indicó el club en un comunicado de este martes. 

La actividad es frenética en la sede del club coruñés, porque la idea es que el nuevo entrenador pueda entrenar ya al Deportivo este miércoles y prepare ya el partido del domingo ante el Linares. El contrato de Borja Jiménez, que llegó al club con un ayudante como segundo entrenador, Álex Martínez, termina en junio del 2022. 

Así es Óscar Cano, favorito para el banquillo coruñés

La secretaría técnica del Deportivo maneja una lista de entrenadores de diferentes perfiles para el relevo de Borja Jiménez. El preparador que más gusta dentro del club para que asuma la dirección del equipo en estos momentos, con el reto del ascenso de Primera Federación a Segunda División, es Óscar Cano (Granada, 1972). El entrenador andaluz se encuentra sin equipo, después de dirigir la campaña pasada al Badajoz durante 22 jornadas en la misma categoría en la que milita el conjunto blanquiazul.

Cuando en el verano del 2021 el Deportivo volvió al mercado para buscar un entrenador que sustituyese a Rubén de la Barrera, en la terna de aspirantes se encontraban entrenadores jóvenes, que conocían la categoría y con ascensos en su hoja de servicios. El proceso de análisis desembocó en tres técnicos, Borja Jiménez, Yago Iglesias y Julián Calero.

El club se decantó entonces por Borja Jiménez al disfrutar de la experiencia de dos ascensos a Segunda División, conseguidos cuando dirigía al Mirandés y al Cartagena. Óscar Cano, que a lo largo de su trayectoria dirigió al Baza, el Granada, el Melilla, el Poli Ejido, el Salamanca, el Betis B, el Alcoyano y el Castellón, también logró subir a la categoría de plata con este último en la temporada 2019-2020. En aquel equipo destacó especialmente Rubén Díez, autor de seis goles, a los que sumaría otros siete ya en Segunda, coincidiendo en el vestuario con Adrián Lapeña. El técnico granadino podría volver a dirigir a ambos si se confirma su llegada al Dépor.

Además, en Badajoz Cano ya tuvo a sus órdenes a otro par de jugadores que ahora formarn parte de la disciplina blanquiazul, como Isi Gómez y Gorka Santamaría.

Los errores que llevaron al fracaso a Borja Jiménez

Borja Jiménez ya es historia en el Deportivo. Un relato que comenzó en julio del 2021, tras la inesperada salida de Rubén de la Barrera, y que finalizó este martes. Estos son los principales errores que se le achacan y que le han llevado a no cumplir con las expectativas:

LOS RESULTADOS

Los dos ascensos perdidos

El 1 de febrero, el Dépor marchaba líder de Primera Federación con seis puntos de ventaja sobre el Racing de Santander, que además debía visitar Riazor, en un partido que fue aplazado por covid. Y el equipo se le cayó. Empezó a encadenar derrotas, los cántabros asaltaron A Coruña y se llevaron el ascenso directo de forma holgada, sin prácticamente emoción en los dos últimos meses de competición, más allá de intentar asegurar la segunda plaza.

En el posterior play off de ascenso, mejor no lo pudo tener el Deportivo. Jugó en Riazor, a partido único, valiéndole el empate para ascender, con su hinchada agotando las entradas y un recibimiento y un calor que dio la vuelta al mundo. Ni así. El cuadro coruñés se adelantó en el marcador y el equipo se le cayó en la segunda mitad. Se alegó que varios de los jugadores más importantes sufrían un proceso vírico.

Un mal inicio de curso contra rivales débiles

Pese al doble fracaso de la primera campaña, el consejo abogó por la continuidad en aras de dar estabilidad al proyecto deportivo. Pero el equipo tampoco carbura y ha dilapidado un inicio muy favorable de competición, con más partidos en Riazor (cuatro) que fuera (tres), y ante rivales de la zona media-baja (los siete están del décimo hacia abajo). El Dépor de Borja Jiménez solo ha sumado 12 puntos de 21 posibles y está más cerca del descenso (a seis puntos) que del segundo clasificado.

Una caída de nueve meses sin fin

Desde el 1 de febrero, el Dépor solo ha sumado 40 puntos en los 26 partidos que ha jugado. Veinte menos que el Racing de Ferrol (en 25 duelos), por ejemplo. Una media de 1,54 puntos por encuentro que no le serviría ni para meterse en la fase de ascenso.

MAL JUEGO

El Deportivo de Borja Jiménez nunca ha enamorado

Incluso en el inicio de su trayectoria, antes del 1 de febrero, el equipo de Borja Jiménez nunca convenció con su juego. El equipo era líder, pero ganaba a base de pegada (Miku, Quiles y Noel sobresalían) y de un gran portero, que estaba siempre que se le requería. En cuanto bajó su efectividad, su Dépor se cayó. Lo de esta temporada ha sido ya multiplicar errores: un conjunto con demasiada posesión y pocas ideas para atacar al rival. Excesiva dependencia de los laterales y renuncia a los extremos puros. 

El balón parado, las transiciones y los centros laterales

Defensivamente, el Dépor de Borja Jiménez ha dejado ver en todo momento tres carencias que no fue capaz de resolver: las acciones a balón parado (que le costaron el ascenso ante el Albacete), los centros laterales y los contragolpes. Mal balance defensivo y pasividad en área propia, que el entrenador siempre justificó por los perfiles de los jugadores elegidos.

CANTERA

Minutos residuales para los campeones de España

Borja Jiménez, con su equipo en la tercera división del fútbol español, se encontró con una de las mejores generaciones de canteranos que se recuerdan en Abegondo. La promoción del 2002-2003 que fue campeona de España juvenil y la incipiente del 2004 que asoma. Solo le dio alguna oportunidad a Noel (hasta enero, luego lo condenó a la intrascendencia), a Trilli (como segundo plato tras Víctor García, primero, y Antoñito, después) y a Yeremay (minutos residuales pese a demostrar haber sido de los mejores en los últimos duelos. Futbolistas como Dani Barcia, Jairo (al que Rubén de la Barrera ya había llegado a convocar en el curso 2020-21), Brais Val y Mella, entre otros, ni han asomado.

GESTIÓN DE LA PLANTILLA

Menudo, Héctor Hernández, Rafa de Vicente, Doncel, Gorka Santamaría…

La pasada temporada, Borja Jiménez infrautilizó los recursos que el club puso a su disposición. Jugadores como Menudo, llamados a ser estrella del proyecto, pasaron sin pena gloria por el equipo. El técnico abulense se limitó a alinear a trece o catorce jugadores durante casi toda la liga, condenando al ostracismo a otros futbolistas que debían ser importantes como Doncel o Rafa de Vicente. El propio Álvaro Rey reconoció a La Voz que se habían equivocado al querer ponerlo a jugar demasiado pronto, sin tiempo de adaptación (venía de una liga con menor ritmo). También queda en el aire qué sucedió con Héctor Hernández. El jugador se despidió del club dando gracias y repartiendo abrazos a todo el mundo menos al entrenador y al secretario técnico. Este curso, también sorprende la gestión con Gorka Santamaría, llamado a ser importante, y que alterna suplencias y titularidades.

Control del vestuario y problemas con otros estamentos del club

Precisamente la mala gestión de los recursos y del vestuario, desembocó en bronca con los jugadores, sobre todo tras la debacle de Badajoz en la pasada Liga. Algo que fue derivando en un distanciamiento progresivo de los pesos pesados de la plantilla. Un problema de mano izquierda que también se extendió a otras áreas dentro del club como la de los servicios médicos (tras la lesión de Trilli).