La Voz
Antes de peregrinar al lugar de su bautismo, Borja Jiménez proclamó que no habría en las dos últimas jornadas ningún asunto capaz de alterar la moral de la plantilla del Dépor de camino al play off. Vive el técnico convencido de que los resultados y la puesta en escena no tendrán trascendencia más allá de la clasificación. Despojado verbalmente de enjundia, el partido disputado en los anexos del José Zorrilla (donde el abulense empezó a entrenar a nivel profesional) quedó reducido a la condición de entretenimiento. Entremés propicio para la noche de cientos de hinchas blanquiazules en Valladolid, testigos de cómo amarró el segundo puesto el equipo coruñés.