Miguel Ledo: «El fútbol no me va a sacar de trabajar»

TORRE DE MARATHÓN

Miguel Ledo, durante un partido con la SD Logroñés
Miguel Ledo, durante un partido con la SD Logroñés SD LOGROÑÉS

El capitán de la SD Logroñés, donde milita desde su fundación, considera que «la afición del Dépor es ejemplar»

12 feb 2022 . Actualizado a las 19:53 h.

Que el apellido no engañe. «Me lo dicen mucho, pero creo que no tengo antepasados gallegos», aclara Miguel Ledo. Su relación reciente con la comunidad, sin embargo, ha sido productiva: once minutos de acción y un gol. El del empate en Riazor de la Sociedad Deportiva Logroñés, a la que está vinculado desde la creación del club y que ahora capitanea.

—Esta temporada no llega a los ochenta minutos de juego y ha marcado dos goles que han valido cuatro puntos. No está mal para un central.

—Es cierto que he participado solo en cinco partidos y no han sido muchos minutos. No estoy teniendo la suerte de poder contar para el entrenador, pero creo que con las oportunidades que me han dado he conseguido demostrar que también valgo. Marqué en mis dos primeros partidos, y siendo defensa no es fácil. En Riazor me llevé una alegría importante, por el minuto que era y porque suponía llevarnos un punto de ese estadio, que hasta ese día solo había visto por la tele. Ahora ya he tenido la suerte de poder jugar unos minutos ahí y encima marcar, para qué queremos más. Es un orgullo.

—Aquel fue uno de los pocos pinchazos del Deportivo en lo que va de campaña. ¿Qué le está pareciendo su próximo rival?

—La verdad es que no lo sigo. Hace años que veo muy poco fútbol. Mis prioridades han cambiado y hay muchas cosas que prefiero hacer: estar con mi pareja, mis amigos... Bastante nos ata el fútbol durante la semana.

—Esta temporada, más que nunca. Ha dejado su otro trabajo por él.

—Me he dedicado al fútbol desde pequeño y siempre había podido compaginarlo con los estudios o el trabajo, pero este año pasamos a tener entrenamientos por la mañana y ya no me era posible. Era monitor en el comedor de un colegio y luego daba alguna clase, pero tuve que decidir y aposté por el club. No me arrepiento.

—Una evolución profesional ligada a la del club. Han ido progresando juntos.

—En Regional jugábamos por creer en el equipo, sin interés económico. Con los años eso puede haber ido cambiando, pero ya digo yo que en mi caso la vida es casi la misma. He dejado el curro porque me atraía la experiencia de este año, me parecía bonita y quería vivirla, pero ha sido un esfuerzo importante. El fútbol no me va a sacar de trabajar.

—¿Le sigue gustando como al principio?

—A mí me gusta jugar, pero cada vez veo cosas del fútbol que me echan más para atrás. Cuanto más subes de categoría, por ejemplo, más problemas percibes entre aficiones. Luego, en Regional todo era mucho más sencillo, no había jugadores con representante y fichamos por este equipo casi por amistad con el entrenador. A partir de ahí ves cómo ese mundo cambia y hay cosas que se mueven más por influencias. Supongo que a mí me afecta menos que al resto, porque nunca he tenido agente. Aquí han confiado en mí y no me ha hecho falta. Se puede haber perdido la esencia, el deporte en sí. Ahora está todo más centrado en el negocio y el márketing; todo más artificial.

—¿Se ve unido al club cuando cuelgue las botas?

—No quiero desvincularme, aunque no depende de mí solo. Quizá mi ejemplo sirva para que los chavales de la cantera vean que tienen la posibilidad de llegar a estas categorías semiprofesionales desde el propio club.

—Una SD Logroñés ligada al fútbol popular. ¿Es un club especial?

—En la Sociedad se notan ciertas diferencias. Ahí está, por ejemplo, nuestro utillero, una de las figuras más importantes del equipo y sigue aquí casi por amor al arte. Hay muchos detalles de ese tipo que se van perdiendo. Ves equipos como el Dépor, donde desde la cantera están ya con residencia, entrenamientos personalizados, nutricionista.... Tengo 31 años, hasta hace nada vivía con mis padres y he tenido que trabajar para poder tener un sueldo digno. Supongo que esto te cambia la percepción del fútbol, que no será ni mejor ni peor; simplemente, diferente.

—Conoce la entidad desde su fundación y su nombre está ligado a ella. ¿Cómo ha cambiado?

—Al salir de juveniles me dieron la oportunidad de venir. Acepté y me ha salido bien la jugada. El club ha ido creciendo, más allá del salto de categoría. Las cosas se están haciendo cada vez mejor, es nuestro mayor éxito. Luego es un orgullo que la gente vincule a la Sociedad con tu nombre, pero aquí no soy más que nadie.

—Ha pasado de ser protagonista en el campo a no jugar apenas.

—Entrenas cada día pensando en jugar y hasta ahora había tenido la suerte de hacerlo con frecuencia. Este año eso ha cambiado, pero mi comportamiento es el mismo. Ni una mala cara. Todo lo contrario, al compañero que vea molesto por no jugar yo lo voy a encarrilar de nuevo al camino.

—Las Gaunas recibe al líder y a una afición volcada.

—La afición del Dépor es ejemplar. Sería un orgullo ver Las Gaunas lleno. Al final eso es lo bonito: jugar para la gente.