Maxi Oruste: «He tenido muchos altibajos, pensé en pedir ayuda»

TORRE DE MARATHÓN

ANGEL MANSO

El Liceo abre tres partidos en 8 días, aún sin el argentino, que pelea con una pubalgia, «una montaña rusa», que le paró hace dos meses

21 ene 2022 . Actualizado a las 17:53 h.

Recién cumplidos los 18, Maxi Oruste (San Juan, Argentina, 1992) había firmado su primer contrato como jugador de hockey. Tres años más tarde, dio el salto a Europa. Jugó en Italia y, de ahí, a España. Llegó al Liceo desde el Lleida, que se enfrentará a los coruñeses el próximo miércoles día 26 en A Coruña (21.00). En un maratón de partidos, el equipo verdiblanco visita este sábado al Girona (20.30) y jugará en casa el día 29 contra el Calafell (20.00). Pero no podrá contar con Oruste, en su momento deportivo más duro por culpa de una lesión en el pubis que le obligó a parar hace dos meses.

—¿Cómo se encuentra?

—Estoy tratando de tener la cabeza en positivo, porque es la primera vez que me toca atravesar una lesión de tanto tiempo. Estoy trabajando y esforzándome día a día para mejorar.

—Su último partido fue en noviembre. ¿Tiene plazo de vuelta?

—Paré el 13 de noviembre, después del amistoso ante Alcobendas. No podía continuar. En la resonancia que me hicieron no se veía dañado como para llegar a una operación. Intentamos hacer un método conservador, con reposo activo alejado del hockey, y fortalecer tanto de la parte abdominal, como la pelvis y el aductor. Es un proceso lento. Las pubalgias son complicadas de tratar hasta que das en la tecla, y no pensé que me iba a llevar tanto tiempo. Llevo dos meses y todavía no estoy recuperado al cien por cien, pero ya estoy entrenando en pista.

—¿Cómo han sido estos meses?

—Durante todo este proceso he tenido muchos altibajos anímicos. Esta lesión me va a ayudar a salir más fuerte de cabeza, porque aprendes a convivir con que un día te ves bien y al otro no lo estás tanto. Es una montaña rusa complicada de llevar. Lo de volver a la pista ha sido una inyección anímica también. Esto quiere decir que voy mejorando.

—¿Pidió ayuda psicológica?

—Lo pensé en un momento en que me sentí muy estancado. Por suerte, tengo un apoyo muy importante en casa con mi pareja. Mi familia también. Aunque estén en Argentina, hablamos a diario. Y el hecho de que nunca en todo este proceso perdiese el contacto con mis compañeros fue importante. En los entrenamientos estaba al margen, pero ellos estaban ahí y eso no me hacía sentir tan apartado. Compartía el vestuario y todas esas cosas han hecho que de cabeza esté fuerte.

«Acabo contrato y quería hacer las cosas bien para pensar en el futuro»

Maxi sigue los partidos en el Palacio a pie de pista. «Sufro más ahí que dentro de ella. Intento animar a mis compañeros desde la esquina. Pero se vive más fuerte fuera que dentro», admite Oruste resignado. El dolor todavía le acompaña en determinados movimientos, así que todo dependerá de cómo se vaya sintiendo para volver a vestir la verde.

Tras tres temporadas en el Liceo, en junio finaliza su vínculo, y a la incertidumbre de su lesión se une la de su futuro. «Esta lesión no ha llegado en un buen momento, porque quería hacer las cosas bien. Acabo contrato y quería tener un buen rendimiento por este motivo. Ahora estoy centrado en recuperarme y, una vez supere esto, voy a empezar a pensar en el futuro», recalca.

Su deseo es continuar aquí. «Estoy muy cómodo, pero ahora solo quiero pensar en ponerme bien. Cuando esto pase ya valoraremos qué hacer», dice.