Sin embargo, estos últimos años ha habido cambios en la gestión del club, que no convencen a la exigente masa social del equipo leonés. Mohammed Khalifa Al Suwaidi sustituyó a Tariq Abdulaziz Al Naama en la presidencia; e Iván Bravo, cabeza visible del proyecto, se marchó al Alcorcón y ahora ejerce esa función Felipe Llamazares, director general del club y blanco de las iras de los aficionados. Es habitual escuchar gritos de «¡Dimisión!» esta temporada en el Reino de León.
Tras la fuga de sus mejores jugadores, la Cultu dio un giro a su proyecto este verano. Mantuvo en el banquillo a un hombre de la casa como Ramón González y fichó jugadores como los excélticos Dani Sotres, Riki Mangana y Alberto Solís; y los arietes Ander Vitoria (ex UD Logroñés) y Buenacasa (ex Mallorca) con los que debía pelear por el ascenso. Sin embargo, los resultados no le acompañaron desde el inicio. Arriba es letal, pero atrás es un coladero. Esta semana fichó a Curro Torres como entrenador y con ello pretende reconducir la situación. Calidad y músculo económico tiene para ello.