El punta, indiscutible para Borja, ha vencido en sus tres partidos en El Sardinero, donde debutó en Primera y anotó el gol que dio comienzo a la época más negra del Racing de Santander
23 oct 2021 . Actualizado a las 17:25 h.«Al Sardinero le guardo un recuerdo muy especial». No le faltan motivos a Miku para tenerle aprecio al estadio cántabro. El punta recordaba esta semana con su esposa que aquel fue el escenario de su estreno en Primera División, pero el idilio va más allá. No hay campo que se dé mejor al venezolano, quien cuenta por victorias sus tres visitas; empezando por aquella que le permitió debutar con el Valencia a los 24 y cerrando la cuenta enrolado en el Getafe, tres cursos después. Zigic, con pasado racinguista, selló el 0-1 en el partido del 2009, Víctor anotó el único tanto de la visita del 2010, y fue el propio Miku el ejecutor de la remontada (1-2) de principios del 2012. Aprovechó un buen centro de Pedro León para hilar un par de regates en el área y chutar, cortando con gol la reacción de un Racing que acababa de abandonar los puestos de descenso y concluyó colista aquella temporada, la última en la que militó en la máxima categoría.
El peculiar triunvirato que dirigía a los de casa (una mezcla entre Juan José González, Fede Castaños y Pablo Pinillos) había encadenado dos triunfos, pero tras caer frente al Geta el conjunto de Santander no obtuvo más victorias —20 jornadas consecutivas sin ganar—. En aquel tanto de Miku arrancó la época más gris de su historia: tres cursos en Segunda, siete en Segunda B.
El caraqueño agita fantasmas que convienen al Dépor, un conjunto que devuelve al Sardinero a tiempos mejores, también en lo ambiental. Habrá marea blanquiazul para contrarrestar la afluencia de seguidores locales, que se estima a la altura de tiempos prepandémicos. En parte por la entidad del visitante y en parte por la buena racha del anfitrión.
Los de Fernández Romo no han caído todavía en su estadio y sus números son los mejores en el tramo más reciente de la competición. Un empate y tres victorias; la última, en un campo tan difícil como el del Badajoz. La base del buen momento está en la solidez defensiva (apenas un gol concedido durante este tramo, en el 1-1 de A Malata) y el desequilibrio que aportan las tres piezas fundamentales del frente ofensivo: el juvenil Pablo Torre, el nigeriano Cedric —cuatro dianas— y el extremo camerunés Patrick Soko.
Al duelo entre este último y el ocupante del lateral izquierdo coruñés concedía especial atención en la previa el entrenador local. El carril será una de las principales zonas de fricción, aunque el control del choque se decida en una medular donde se multiplican las variables por ambos lados. En el Racing podrían mezclar Tienza y Borja Domínguez, quienes se han alternado en varias jornadas, contando para la ocasión con el refuerzo de Íñigo, arrimándose desde la banda. Un falso trivote que contrarreste el que probablemente mezcle a Bergantiños y Juergen con el vencedor del pulso entre De Vicente y Villares. Encargados de llevar el balón al área del Sardinero, donde Miku sabe qué hacer.
Alineaciones probables
Racing de Santander: Parera; Mantilla, Bobadilla, Moreno, Satrústegui; Tienza, Domínguez; Soko, Torre, Íñigo; y Cédric
Deportivo: Mackay; Víctor, Lapeña, Jaime, Héctor; Bergantiños; Quiles, De Vicente, Juergen, William; y Miku