El Deportivo arrasa al Celta B

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Incontestable triunfo del conjunto coruñés frente a un apocado filial celeste

30 ago 2021 . Actualizado a las 00:00 h.

Si la primera prueba es la buena, el Dépor va sobrado y al Celta B le falta un verano. El conjunto coruñés arrasó a su oponente ante una hinchada enloquecida que se desató por completo cuando Noel, su niño estrella, cerró la manita de una noche para el recuerdo de Riazor y el temblor en Vigo.

El filial celeste había conseguido pasar su pretemporada de tapadillo, sin que se filtrara un solo detalle del plan de Onésimo. Logró que Borja Jiménez acudiera a ciegas a su primera cita oficial en Riazor. Recibió en casa a un adversario armado en torno a tres centrales y un doble pivote que unió a Holsgrove y Beitia para sufrir juntos la superioridad, numérica y argumental, de la medular blanquiazul.

En el primer once del Deportivo se coló Juergen, pese a haber consumido en la enfermería buena parte de la fase preparatoria. Enseguida demostró que incluso cojo habría merecido plaza. Suyos fueron los dos primeros goles del curso blanquiazul, aunque en la ficha aparezcan otros nombres. Un envío en profundidad del colombiano, desde campo propio, se coló entre el muro de tres de la visita y acabó en pies de Miku. El venezolano eludió la salida desesperada de Gaizka Campos y anotó a puerta vacía el tanto inaugural de la campaña coruñesa.

El segundo lo envió a la red Quiles, aprovechando otro pase de larga distancia filtrado entre Pampín y Carlos Domínguez para dejar el duelo resuelto al cuarto de hora. No solo por la distancia en el marcador, sino por la que se registró sobre el césped entre un equipo vertical en ataque y bien recogido en defensa y otro prendido de los hilos de un verano plagado de percances.

Apenas opusieron resistencia los de Onésimo, que se fueron al descanso sin más lanzamiento entre los tres palos que el producto de una falta escorada en la frontal y ejecutada por Holsgrove. El chut se envenenó con el bote, pero Mackay repelió sin problemas.

Mientras, el anfitrión premiaba a sus fieles con un espectáculo organizado desde la cueva hasta la que acudió Bergantiños cada vez que fue necesario para iniciar jugada entre Jaime y Lapeña. Por delante, Quiles cargaba por banda derecha a espaldas de Pampín en busca de espacio para sus zurdazos y William enloquecía a Álex Martín en la izquierda. El lateral zurdo se cargó con una amarilla por derribar al brasileño, que le escondió la bola sobre la línea de fondo.

Quiso reaccionar el Celta B cuando se consumía ya el primer tiempo, pero el ímpetu se apagó en el descanso y ni siquiera el triple cambio que ordenó Onésimo al poco del retorno discutió el triunfo del Dépor. Al movimiento de piezas respondió Borja con otro, que dio mayores frutos.

Su equipo siguió desatado y rozó el tercero en una acción espectacular entre los dos jugadores diferenciales que ha logrado juntar en su frente de ataque. Quiles se entendió con Miku, que devolvió la pared con un taconazo soberbio. El disparo del andaluz se fue a un pelo de la escuadra.

Después fue el venezolano el que probó suerte y envió al larguero un centro de Héctor que cabeceó en un forzado escorzo.

Vistosos preludios del 3-0, que coló Menudo en la escuadra. El ex del Numancia apenas llevaba un rato en el campo cuando cazó un balón muerto en la frontal del área celeste y lo colocó lejos del alcance del portero.

Aunque para exhibición de celeridad las que dieron luego Doncel y Noel, capaces de anotar en sus primeros contactos con el cuero. El ariete, campeón con el juvenil, puso en el descuento el broche de un partido que deja al Dépor en las nubes y manda al diván al filial del Celta.