Salda con empate sin goles el estreno de Rubén de la Barrera, resuelto sobre un terreno de juego tan impracticable como el de Zamora y sin apenas ocasiones

Xurxo Fernández
Redactor

Si tu técnico bebe de Guardiola, lo natural es que encuentre un Philip Lahm. Con el equipo atascado en la medular, Rubén de la Barrera realizó un cambio de apariencia rácana, recurriendo a Derik en lugar de Galán. Junto al madrileño abandonó el campo Gandoy, y Valín quedó unos minutos a caballo entre la plaza de extremo y la de mediocentro. Reciclaje de laterales y constante movilidad entre los ocupantes de la segunda línea como sello del nuevo entrenador. Aunque no produjo mayor dominio, tantos ni ocasiones y para apreciarlo fue necesario esperar.

Porque Lara marcó de inicio la única diferencia entre lo que hubo y lo que hay. Se afincó esta vez en la derecha, donde se excedió en las conducciones como cuando ocupaba el otro carril. Le faltó levantar la mirada de la topera del Helmántico y le sobró un taconazo en el área local. No fue aquel de Miku en Copa, pero lo mismo dio. El andaluz, como el venezolano, malogró una de las oportunidades más claras del duelo, eligiendo el adorno en lugar de rematar de cara. Le había caído el cuero en los pies después de que Barbero se echara encima de Adri Castro en el mano a mano; sin portero de por medio, intuyó a Borges a su espalda, pero no intuyó al rival, que se adelantó al tico impidiéndole rematar.

Sucedió tras media hora de tanteo, en la que el Dépor amagó con imponer su trivote, formado por Bergantiños, Borges y Gandoy, con el canterano actuando unos metros por delante. Lo impidió un colista respondón. En un campo en pésimo estado, similar al del Ruta de la Plata, el duelo discurrió entre malos controles y la búsqueda constante de aprovechar el error. El Salamanca atacó de inicio sobre el área helada de Abad, donde el meta vivió un suplicio cada vez que intentó sacar de puerta, con envíos que concluían antes de la medular. El frente ofensivo visitante, sobre terreno más firme, lo coronó Adri Castro, quien gozó de dos ocasiones. La primera tras una salida a por uvas de Barbero, desaprovechada con un remate alto; la segunda, en el mano a mano que Lara no supo apuntillar.

De los charros hubo aún menos noticias, resumidas en una triple ocasión, con disparos consecutivos de Ayala, Casado y Molina en una acción a balón parado. Uno de los pocos recursos que el firme permitió. Eso tuvo el Salamanca, aparte de un par de centros peligrosos; el último, envenenado hacia el larguero para cerrar la primera mitad.

Aplausos para los locales

El equilibrio de fuerzas bastó a la hinchada, que acompañó con aplausos el camino de su equipo al vestuario. Tras el descanso le tocó a los coruñeses buscarse el gol entre el hielo, mientras que el adversario aprovechó la mejor zona para atacar. Lo hizo de inmediato, con un par de disparos lejanos de Llorente. Abad atrapó el que salió centrado, mientras el otro se perdió ligeramente por encima de la escuadra.

Mandaba el colista en busca de su segunda victoria de la campaña. Reaccionó De la Barrera reemplazando a Galán y a Gandoy. El invento no dio mejores frutos y el juego siguió falto de fluidez por ambos bandos, amparados en un césped que solo iba a peor. Ni Rui Costa ni Nacho González dieron mayor mordiente al ataque blanquiazul, tan deslavazado como cualquier versión anterior.

No llegó el Dépor y el Salamanca solo lo hizo a través de un nuevo chut de larga distancia, despejado con problemas por Abad. Susto y un punto que no alivia los males que ya registraba el equipo. Ni los del campo ni los de la clasificación.

Ficha técnica

Salamanca 0-0 Deportivo

SALAMANCA: Barbero; Anderson, Casado, Ayala, Candelas; Molina; Navas, Amaro, Llorente (Telles, min 78), Ernest; Uxío (Puma, min 70)

DEPORTIVO: Carlos Abad; Valín, Mujaid, Granero, Salva Ruiz; Lara, Borges, Bergantiños, Gandoy (Derik, min 69), Galán (Rui Costa, min 69); Adri Castro (Nacho, min 78).

ÁRBITRO: García Riesgo (colegio asturiano). Amarilla a Molina y a Lolo Escobar, del Salamanca y a Granero, Bergantiños, Salva Ruiz y Nacho, del Deportivo

INCIDENCIAS: Cerca de 1.500 espectadores en las gradas del estadio Helmántico. Terreno de juego en muy mal estado, con un área completamente helada.