Luis César descarta dimitir porque «no es lo correcto» y pide «morir matando»
14 dic 2019 . Actualizado a las 20:45 h.«Empezamos de la peor manera posible. La primera pelota en nuestro área fue gol. Y a remar». El guion de los partidos del Dépor empieza a ser tan conocido como el de las ruedas de prensa que suceden tras cada encuentro. «Es mucho tiempo sin vernos por delante en el marcador. Es increíble. A veces hasta sin querer te pones por delante. Tenemos que morir matando, no hay más», reflexionó Luis César. «Los resultados nos tienen desmoralizados, estamos en una situación crítica, límite y tenemos que seguir dándole vueltas a todo porque no va. No somos capaces de ponernos nunca por delante, siempre remando río arriba», reiteró el míster.
Pese a la interminable racha de encuentros sin victoria, el entrenador de los coruñeses rechazó la idea de ceder el puesto: «No me he planteado dimitir. Creo que no es lo correcto. Entiendo que cuando las cosas van mal se tiende a individualizar la hecatombe. Estamos en una hecatombe, pero no me he planteado dimitir. Podemos girarlo».
«Los aficionados están sufriendo muchísimo. Estamos sufriendo todos. Los jugadores también quieren ganar. Lo seguimos intentando, no puedo decir nada más. Entiendo el dolor, la sensación y la situación de nuestra gente», manifestó el técnico, cuyo discurso no abandonó esta línea: «Estamos todos desconsolados. En la asamblea del martes no tenemos arte ni parte. Tenemos que buscar la luz con una victoria como sea, una luz que nos haga salir del túnel maldito en el que estamos. Pertenecemos a un gran club y hay que reaccionar». «Todos estamos por debajo de lo esperado. Unos más que otros», recalcó.
En cuanto al duelo, detalló que de inicio trató de «acumular tres jugadores en el carril central» de ataque para después adaptar la propuesta a la reacción del adversario. La idea no dio resultado. Tampoco la estrategia, con un lanzador poco usual. «No marcamos a balón parado ni cuando saca Bergantiños ni cuando saca otro», defendió Luis César al de La Sagrada, acudiendo al mal de muchos.