Eneko Bóveda, versión 2010

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Las bajas en el lateral izquierdo devuelven al futbolista vasco a una plaza en la que firmó una notable temporada en el Bilbao Athletic con De la Fuente

31 oct 2019 . Actualizado a las 13:52 h.

«Me rompí la rótula en el último minuto de un partido contra el Mirandés y estuve todo el año de baja». Curso del 2010. Xabi Galán prometía pelea en el lateral izquierdo de un Athletic seco en ese costado que buscaba alternativas en su inagotable cantera. Koikili, ascendido tres temporadas antes por Caparrós, no convencía, y de Aurtenetxe aún colgaba el cartel de adolescente por educar. Galán era quien más fuerte llamaba a la puerta el día que se rompió. La lesión lastró a largo plazo la carrera del ahora jugador del Barakaldo y tuvo además repercusión inmediata en el filial. Eneko Bóveda (22 años entonces) ocupaba el lateral derecho en aquel duelo frente al Mirandés que cortó la progresión de su compañero. Cuando el Bilbao Athletic devolvió la visita, el ahora jugador del Dépor ya había cambiado de carril. Durante una veintena de encuentros, el zaguero amplió su polivalencia, añadiéndole una nueva posición.

El entrenador de las promesas de Lezama era el mismo que ahora pule a las de la selección. Luis de la Fuente, actual responsable de la sub-21, no construyó un filial ganador (apenas venció nueve duelos), pero sí uno difícil de batir. Solo seis equipos encajaron menos en el grupo II de Segunda B. Solidez construida en torno a un doble lateral. Por la derecha, Albizua y Unai Medina. Por la izquierda, como extremo, Saborit. A su espalda, Bóveda, partiendo desde el mismo lugar que ocupó ayer.

El defensa bilbaíno rejuveneció ayer por una buena causa: para que Luis César pudiera disimular, al menos durante los ensayos, un preocupante agujero en su formación. La situación de Salva Ruiz sigue siendo un misterio que no resuelven los comunicados del club. Por segundo día consecutivo, el Deportivo reflejó en su web la ausencia sobre el césped de Abegondo del zurdo llegado del Valencia, sin concretar más allá.

Apenas faltan dos sesiones de trabajo antes de viajar a Fuenlabrada y Salva sigue al margen del grupo principal; acompañado por el otro Ruiz. Luis sería la alternativa para el lateral, pero más allá de su discreto rendimiento previo, arrastra molestias físicas sobre las que tampoco hay mayor explicación.

En la pachanga con la que se cerró el entrenamiento matinal, una de las dos líneas defensivas estuvo formada íntegramente por futbolistas del Fabril. Martí Vilá ocupaba el carril izquierdo, y Eneko Bóveda le daba la réplica en el conjunto de los petos, el que habitualmente reúne a quienes más opciones tienen de ser titulares en competición oficial.

El problema cambia de banda

El ejercicio no permitió apreciar ninguna laguna importante en el veterano futbolista fuera de su posición habitual. El traslado dejaría entonces un vacío en la derecha, ya que David Simón es otro de los misteriosos ausentes por lesión, pero la plaza es más sencilla de llenar. Borja Galán, por ejemplo, ya ha actuado en ella este mismo curso, aunque de forma circunstancial.

Entre ambas posiciones parecen fijos Lampropoulos y Montero, consolidados en el eje ante la ausencia de Somma y el traslado de Peru a la medular. Las rutinas defensivas fueron las que mejor evolucionaron en el salto entre la primera y la segunda mitad del partido de El Sardinero y es probable que Luis César apenas retoque el aparato defensivo blanquiazul. Si acaso, devolver a Bóveda al 2010.