Después de varias preguntas, Martí acabó reconociendo algo obvio, que su equipo no había generado muchas ocasiones de gol: «Es cierto que más allá de los primeros minutos, luego no generamos muchas ocasiones de gol, y las que sí hicimos fue al final del partido. Hubo una de Quique que paró el partero y otra de Pablo (Marí) que nos pudo haber dado el ascenso en el último minuto».
Sí que quiso el inquilino del banquillo de Riazor insistir en que estaba orgulloso de cómo se habían vaciado sus futbolistas y que él cree que se merecían estar el próximo año en Primera División y no haber caído de una manera que considera tan dura e injusta como esta.