Me preocupa que la idea de juego del Deportivo ya no se impone tan fácilmente como antes. Es difícil ver al Dépor gobernar un partido con solvencia. Lo veo siempre en función al rival, y eso en Segunda es muy práctico, pero si quieres dar el salto hacia arriba, necesitas algo que te diferencie. Y no lo veo en ese punto.
No es fácil mantenerse arriba tantas jornadas y tiene mérito, pero a mí no me gusta que el Deportivo cambie constantemente de idea. Prefiero que varíe el contrario. En el fútbol actual todos analizamos y no hay un equipo plano o que no varíe nunca su propuesta. No hay ninguno que parta de una idea y no haga variaciones sobre ella, pero todo el mundo que va al campo sabe qué se va a encontrar.
Ves al Atlético de Simeone y no lleva la iniciativa, pero sí controla los partidos. Sabes siempre qué te vas a encontrar y qué va a proponer. Hay variaciones, pero la filosofía sigue clara. El Barça o el City se inclinan por un juego más combinativo, y también mantienen el control. Son dos formas, si queremos decir, antagónicas de ver el fútbol, pero en las dos se dispone del control del partido para llegar al resultado.
El Deportivo ha optado por un modelo práctico, fácil de asimilar, y los jugadores lo tienen muy claro, si no al principio no habría sido tan exitoso, pero le falta profundizar. Cuando la Liga avanza, y todos saben cómo trabajas y qué variantes usas, los rivales te contrarrestan fácil, porque no es una idea muy difícil de atajar. Y te cuesta más ganar, o ganas pero de qué manera, o pinchas un día y otro, y entran las dudas.
Este modelo no está alcanzando para dar el salto hacia esas posiciones en que todos queremos ver al Dépor. Si no se sigue desarrollando más, si el equipo no juega con más variantes y profundo, los rivales le van a seguir contrarrestando.