El entrenador del Dépor trabaja esta semana con extremos, mostrando así flexibilidad en su esquema de 4-4-2 con rombo en el centro del campo, que a principio de temporada parecía intocable
19 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Llegó el pasado verano con fama de ser un técnico de ideas fijas. Fiel a su 4-4-2 con rombo en el medio del campo y con poca afición por modificarlo. Y con esa idea inició la temporada. Con cinco puntos en los tres primeros partidos ?todos ellos como visitante por culpa de las obras en Riazor?, Natxo y sus jugadores parecían cada vez más cómodos con el guion preestablecido. Sin embargo, las lesiones, la previsibilidad que en ocasiones ha mostrado el equipo y las exigencias de los rivales han llevado al entrenador vitoriano a adaptarse a las necesidades para mostrar al Dépor más camaleónico, ese al que Natxo no tiene problema en dirigir bajo diferentes dibujos o situando a jugadores fuera de sus lugares habituales.
De hecho, de cara al duelo de mañana, trabaja con la posibilidad de situar un 4-3-3, con extremos. Una puesta en escena algo novedosa, pero que no sería la primera vez que utiliza.
4-3-3
Fede y Borja de extremos, con un referente en el medio
Lleva toda la semana trabajándolo y tiene muchas posibilidades de verse en Riazor mañana (18 horas, Movistar Partidazo). Natxo González medita alinear de inicio un 4-3-3 con extremos, en el que Fede Cartabia actuaría por la derecha y Borja Valle por la izquierda. La sorpresa que podría estar guardando el entrenador sería la presencia de Christian Santos como referente de ataque. Si su intención es abrir el campo y utilizar más de lo habitual el recurso de los centros, el venezolano podría ser la mejor opción para la punta. El recurso conservador sería mantener a Quique González, quien pese a no atravesar su peor mejor momento sigue siendo el máximo goleador de la plantilla con diez dianas.
Frente al Osasuna ya lo había empleado, primero con Carlos a la derecha, Quique a la izquierda y Fede Cartabia adelantando su posición por el medio; y posteriormente, tras la salida al campo de Christian, con este de referente ofensivo y el argentino más pegado a la línea de cal.
Carlos Fernández como enganche, la alternativa que una lesión impidió
Palma de Mallorca era el escenario en el que Natxo González tenía previsto innovar con el tridente formado por Carlos Fernández, Quique González y Borja Valle. Sin embargo, la lesión del sevillano durante el entrenamiento del día anterior al partido imposibilitó esta alineación. En esa alternativa no variaría apenas el dibujo con rombo, solo cambiaría la disposición del vértice ofensivo, que adoptaría una actitud más vertical que con Carles Gil, el jugador que venía ocupando este puesto en la mayor parte de los partidos.
TRES centrales
Experimento fallido en Cádiz
El de Cádiz no fue, ni de lejos, el peor partido del Deportivo esta temporada. Pero el resultado sí que fue el más negativo. El 3-0 recibido en el Carranza hizo que la defensa de tres centrales quedara señalada. Sin embargo, el dibujo táctico con tres atrás, dos carrileros adelantados formando una línea de cinco en el medio, y dos en punta se ofreció como una alternativa interesante cuando el rival abre mucho el campo con extremos. Al equipo se le vio cómodo por momentos. Pero la crudeza del resultado lo desvirtúa todo.
mediocentros
Vicente, un cierre con cualidades ofensivas
Aunque el Dépor tiene otros especialistas para situar en el vértice más defensivo del rombo, Natxo González ha probado con una alternativa. Por sus cualidades, la tiene en mente, pero solo la ha utilizado como recurso ofensivo por tener el marcador en contra o empatado. Se trata de situar a Vicente Gómez, con el que el equipo gana fluidez en la circulación y salida del balón.
4-2-3-1
Doble pivote, con Edu Expósito como mediocentro defensivo
Contra el Lugo, con uno más en el campo, Natxo deshizo el rombo y situó un doble pivote con tres mediapuntas. Y en ese mediocentro, utilizó otra alternativa a las habituales, situando a Edu Expósito como hombre más defensivo en detrimento de Bergantiños o Mosquera. Aunque no es donde mejor rinde, es raro que el catalán defraude y en esa demarcación tampoco lo hizo.