La importancia de recuperar la autoconfianza

Pepe Velo

TORRE DE MARATHÓN

Miquel A. Cañellas

17 ene 2019 . Actualizado a las 09:29 h.

El hecho de que se hayan producido tres resultados negativos de forma consecutiva (dos derrotas fuera de casa y un empate en Riazor) está claro que puede afectar al nivel de autoconfianza de los futbolistas. Tanto a nivel individual, como a nivel colectivo. E, incluso, en el ánimo y confianza de la propia afición. Hay gente que ve un panorama totalmente negro, cuando realmente la diferencia con los puestos de ascenso directo no es tanta: los tres puntos que le saca el Albacete, próximo rival del Deportivo en casa.

Este descenso del nivel de autoconfianza es muy importante. Tener seguridad en uno mismo no garantiza al cien por cien que el futbolista vaya a tener una buena actuación. Pero, en cambio, esa falta de confianza sí que puede dificultar el buen rendimiento.

Y llegados a este punto, toca analizar los beneficios o perjuicios que puede generar el jugar en casa. Inicialmente, es algo positivo, pero el nerviosismo puede apoderarse de hinchada y jugadores. Por este motivo, es muy importante que la afición actúe como si nada negativo hubiera sucedido estas últimas jornadas. Que anime desde el minuto uno para ayudar a los jugadores a sentirse tranquilos y recuperar la confianza.

Y si esto sucede, debería ser beneficioso actuar en Riazor. Partimos del hecho de que, en condiciones normales, jugar en casa da más seguridad porque cuentas con el apoyo de tu gente, dominas el espacio en el sentido del terreno de juego, lo tienes interiorizado en tu mente... Los primeros minutos, insisto, son fundamentales para que las sensaciones sean positivas y que no entren las dudas y la desconfianza.

Los antecedentes deberían actuar también a favor. Porque el Deportivo está acostumbrado a ganar en casa. Inconscientemente, el jugador sabe que los resultados, en su mayoría han sido buenos. Que nunca ha perdido como local. Y eso le debe dar confianza.

Los antecedentes como visitantes son regulares, tirando a malo, mientras que como locales son buenos, tirando muy buenos. Y el cuerpo también se mueve por estos estímulos. Recordar esos buenos resultados, con mejor o peor juego, ayuda a controlar las emociones y a estar más concentrados.

Porque la concentración es otro aspecto fundamental a la hora de analizar el rendimiento. Si hay confianza, hay mayor concentración y, como añadido, mejor rendimiento.