Una esquina vacía en Soria

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

El Numancia no ha logrado llenar el hueco dejado por Saúl al concluir su cesión

07 dic 2018 . Actualizado a las 12:10 h.

Hasta hace unas semanas, Marc Mateu era un extremo derecho con tendencia a jugar hacia dentro por su condición de zurdo. Y es precisamente el pie bueno el que ahora le ha llevado a un cambio radical, de banda y de puesto. El futbolista valenciano formado en el Levante es el nuevo lateral izquierdo del Numancia. Empezó como revulsivo ocasional y ha terminado por quedarse con la plaza.

En Las Palmas, hace mes y medio, fue Ripa quien arrancó en el costado siniestro de la zaga soriana. A la hora de partido, cedió su sitio a un delantero desencadenando un efecto dominó que se repitió ante el Málaga y el Rayo Majadahonda (frente a los madrileños, el sacrificado fue Luis Valcarce). En todos los casos, Mateu empezó la cita engrosando el tridente de atacantes y la acabó de carrilero. Contra el Tenerife, el Granada, el Mallorca y el Nástic, López Garai, entrenador del Numancia, no esperó a ir por detrás en el marcador y ya de inicio cerró el lateral con su versátil extremo. El conjunto de Los Pajaritos solo recibió un gol en esos cuatro encuentros.

El costado ha empezado a recordar a lo que fue durante la segunda mitad del curso pasado. Con un jugador capaz de cubrir toda la banda hasta apurar la línea de fondo para poner buenos centros sin descuidar las labores defensivas. Un Saúl García. Lo que ahora tiene el Dépor.

«Es un chico diez y un lateral con futuro. Todo lo que puedo decir de él es excelente. Cuando llegó era bastante inmaduro pero en ese medio año, entre los compañeros de vestuario le ayudamos a madurar bastante y mejoró mucho». Así recuerda Julio Álvarez el reciente paso de Saúl por Soria, donde aún se le añora y busca reemplazo. Allí recaló en enero de este año para disimular la baja de Valcarce y la fragilidad del veterano Ripa, propenso a los problemas musculares. Su rendimiento estuvo al nivel del que había dado en el Racing de Santander, cuando llamó la atención en A Coruña. 21 encuentros como titular, casi todos disputados completos.

Un registro que no le abrió puertas en el Dépor, donde a su regreso tuvo que esperar a las lesiones de Dubarbier y Caballo para asentarse en el once. Ahí instalado recibirá este sábado, con su continuidad en el aire -acaba contrato en junio del 2019-, a un Numancia que no ha dejado de extrañarlo.