El exdeportivista se recupera en A Coruña de una rotura de ligamento cruzado que frustra su temporada
16 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando se conoció el alcance de la lesión, el teléfono sonó unas cuantas veces. Llamaron Oriol Riera, Celso Borges, Andone, Sidnei... Varios excompañeros en blanquiazul. También Tino Fernández quiso desear de palabra una pronta recuperación a Luisinho, víctima de un mal golpe de Correa en el duelo entre el Atlético y el Huesca en el Calderón. Ni el futbolista argentino ni ningún otro representante del club madrileño se han dirigido a la víctima de la desafortunada acción. «El balón ya había salido por la línea de fondo, no entiendo a qué vino lo que hizo. Estoy seguro de que no hubo maldad, pero la pelota no estaba en juego», reflexiona el lateral zurdo, dolido por la falta de interés de los colchoneros.
Tras el incidente, Luisinho pidió el cambio y las pruebas revelaron una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha. En un primer momento pensó en ir a operarse a Portugal, pero entre quienes le llamaron para interesarse por su estado estaban los médicos del Deportivo y al jugador le pareció oportuno dejar en manos conocidas la reparación. Tras ser intervenido por el doctor Arriaza la semana pasada, ayer inició en A Coruña el proceso de recuperación. Regreso por tristes motivos a un lugar con el que se siente identificado. «Siempre voy a echar de menos este club y esta ciudad», admite el carrilero, que ha seguido desde la distancia el gran inicio de curso blanquiazul.
«Pienso que el equipo está muy bien organizado, me ha gustado mucho lo que he visto», afirma acerca del conjunto dirigido por Natxo González. En la que era su posición ahora brillan Saúl y Caballo, a quienes elogia: «Están los dos a un nivel muy alto, podrían tener un futuro brillante, son jóvenes y han dado ya un gran rendimiento».
Peor ha arrancado su Huesca. «Ya sabemos que la Primera División es complicada, sobre todo para un grupo sin mucha experiencia. Aún así, se está trabajando bien y el vestuario está muy unido», reflexiona el luso.
Durante su convalecencia, que se extenderá al menos otros seis meses, el club ha despedido al entrenador. «Es una lástima porque Leo es un gran hombre y un gran profesional. Al final los resultados pesan en todas partes y hasta él dijo que respeta la decisión. Es alguien a quien tengo mucho cariño porque siempre fue honesto conmigo, confió en mí desde el principio».
Lo demostró el propio técnico en una de sus últimas comparecencias. «Se nos ha lesionado un gran profesional, implicadísimo», subrayó el argentino tras conocerse la rotura de cruzado. Hacía poco que Luisinho había sido elegido capitán de un grupo «excepcional». «Me llaman cada día para saber cómo voy», destaca. Correa, sin embargo, aún no ha logrado contactar.