El exdeportivista José Gordillo dirige al Nàstic tras mostrar su polivalencia en diferentes clubes y puestos
30 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Cuando eres jugador solo piensas en jugar. Eres egoísta y cuando te vas para casa te olvidas. De director deportivo tienes la responsabilidad de confeccionar una plantilla acorde con la masa salarial y tus necesidades. Una vez se cerraba el mercado te tenías que ocupar de preparar la plantilla de la próxima temporada. La del entrenador es la responsabilidad de mucha gente. Que todo funcione. Que el jugador esté contento. Que el fisioterapeuta esté en sintonía con el readaptador. Que el cuerpo técnico funcione en su parcela. Tú eres la última palabra de todos». Estas declaraciones de José Antonio Gordillo (Morón de la Frontera, 1974) al Diari de Tarragona son casi un resumen de lo que ha sido la vida deportiva-profesional del actual entrenador del Nàstic de Tarragona. Un hombre que en su nuevo equipo ha encontrado el premio a la constancia.
Central con dilatada experiencia en la Segunda B, Tarragona le dio el reconocimiento y cariño que le habían negado en su casa, el Betis, en donde no pudo pasar de jugar con el filial. En el Nàstic militó cinco campañas y para el recuerdo su gol en el campo del Zamora en la liguilla de ascenso (temporada 2000-2001) que valió un billete para jugar la temporada siguiente en la división de plata del fútbol nacional.
Durante aquella época labró una gran amistad con Josep María Andreu Prats, presidente del Nàstic y su gran valedor en la localidad catalana. Sería su relación con él la que lo obligaría a aceptar el banquillo la pasada temporada cuando tras dejar el Deportivo se encontraba en el Levante como ayudante de Paco López. A un punto del descenso y con una dinámica negativa. Así se encontró Gordillo a su equipo. Pero llegó, ganó los tres partidos y se aseguró la continuidad.
«Como entrenador apenas es su primera experiencia y tendrá que ir creciendo. Pero tiene algo a favor, que es un tío muy trabajador. Yo solo puedo hablar de él por los meses que coincidimos en el Dépor, pero hizo un trabajo muy bueno a nivel analítico tanto de nuestro equipo como del rival», explica Pepe Mel.
Entre su experiencia como futbolista y entrenador del Nàstic, Gordillo dirigió la cantera del Betis, actuó como analista en el Deportivo, ayudante de Paco López en el Levante y director deportivo del Sabadell y del propio Nàstic. Diferentes puestos para un hombre de fútbol que si algo ha demostrado durante los años es su capacidad de adaptación.
Serio y trabajador
Roberto Ríos, amigo personal desde la juventud y que lo tuvo en el cuerpo técnico del Écija cuando él era director deportivo, lo describe bien: «Es un tipo tan serio y trabajador que es capaz de sacar adelante lo que se proponga. Como entrenador, ya había tenido la experiencia en el Betis B. Y, bueno, ahora pues está cumpliendo el sueño de entrenar al Nàstic en Segunda. Aunque ha estado en otras facetas, siempre le gustó lo de dirigir», subraya.
Un disfrute que el año pasado fue pleno, al ganar todos los partidos desde que legó, pero que esta temporada le está costando algún que otro disgusto. Mal comienzo, que trata de enderezar en las últimas jornadas. Nada nuevo para un currante del fútbol.
«Este año he podido equivocarme en algún cambio»
Fútbol y humildad. Dos palabras que van muy ligadas a José Antonio Gordillo, un técnico de perfil bajo, al que no le cuesta admitir sus errores y que tiene en su profesión su gran afición.
Y esta humildad es la que lo lleva a no dudar a la hora de reconocer sus posibles errores. Así se pudo comprobar en una entrevista publicada ayer por el Diari de Tarragona, en la que el técnico asumía su responsabilidad en el mal inicio de temporada del Nàstic.
«Este año he podido equivocarme en algún cambio. Puede ser que alguna decisión en cambios de jugadores que han podido entrar. Pero es que ha sido un inicio tan atropellado, por motivos que ya he repetido varias veces. Que no es excusa, pero nos ha costado encontrar el equilibrio táctico-físico-mental que tenemos ahora. Pero creo que tengo la capacidad de dar marcha atrás cuando me equivoco», subraya el entrenador andaluz.
Un técnico que, pese a vivir cercano a la tecnología como demuestra que fue analista en el Deportivo, evita las redes sociales cuando está trabajando. Un ruido del que prefiere alejarse. «No tengo redes sociales. Alguna vez la abro cuando no trabajo para ver alguna foto de un amigo que está lejos, pero si trabajo no. Porque al final sí te influye. Hay demasiada gente que opina. Me tengo que mantener al margen. Junto con mi cuerpo técnico tenemos muy claro el trabajo que venimos a desarrollar y cómo queremos que sea nuestro equipo y no me puedo salir de ahí».
No se considera defensivo
Y aunque es autocrítico, le molesta de forma especial cuando se le cuestiona sobre si el equipo es más destructivo que constructivo: «No sé. Jugamos con dos delanteros, Sebas y Tete, que son hombres de ataque y un organizador. Cinco jugadores ofensivos. Defendemos bien. Hemos crecido con balón pero hay que seguir haciéndolo». Bien defendido pero no con abarrote de hombres, sino con una selección de los que le pueden ir bien al equipo. Por ejemplo Raúl Albentosa, al que conoció en A Coruña, y reclutó el último día del mercado de fichajes.
«Es un jugador de Primera División que llega en una edad óptima. Tiene jerarquía, tácticamente entiende el juego y en esta categoría se trata de tener muchos jugadores de este tipo», expresa Gordillo sobre las virtudes del alcireño.