Seedorf, el último creyente

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

Seedorf junto a su ayudante, Angelo Castelazzi
GONZALO BARRAL

Sigue insistiendo en su discurso de que la salvación del Dépor aún es posible, mientras otros estamentos del club asumen ya públicamente el descenso

23 abr 2018 . Actualizado a las 23:28 h.

«Todavía estamos vivos». La inquebrantable fe de Seedorf se encuentra en sus horas más bajas desde que llegó a Riazor. A cuatro partidos del final liguero, el Deportivo encadena dos jornadas sin victorias que, unidas al último triunfo del Levante, y la posibilidad de que este gane también mañana en San Mamés, han acabado por convertir en papel mojado las convicciones del entrenador, los cálculos de los más optimistas y hasta las expectativas en una machada histórica. Ni siquiera en el club, dirigentes y futbolistas avalan ya el mensaje de esperanza del entrenador, pues se reconoce que la terca realidad de una temporada nefasta ha acabado por imponerse y se diseñan planes de futuro.

«La matemática dice que todo es posible y, cuando se cree, no se puede pensar en otras cosas», razonaba Seedorf tras el empate de Leganés, impasible mientras sus argumentos se veían laminados. «Voy a repetir la misma canción. No vamos a cambiar. ¿Por qué no vamos a poder ganar cuatro partidos y por qué no va a perderlos el Levante?», se preguntaba. Luego, interpelado antes de subirse al autobús por la hinchada, muy molesta con la horrible temporada, incluso se vio obligado a defender a una plantilla en la que nadie al margen de él parece seguir creyendo. «No voy a aceptar que ofendáis a mis jugadores. Están dando la vida», sostuvo delante de los aficionados.

La primera contestación a los argumentos del técnico llegó de la mano de los hechos. Ya de regreso a A Coruña, el Deportivo pasó página a esta nueva decepción con un entrenamiento en el que solo participaron un puñado de futbolistas, que completaron apenas media hora en el césped. Ni la extrema dificultad del choque contra el Barcelona (domingo 29, 20.45 horas, Partidazo), ni tampoco el referido afán del técnico holandés en dar la cara por su vestuario animaron a la plantilla a una sesión más exigente, o incluso a rechazar el caramelo de tres días y medio libres, pues los entrenamientos no se reanudarán hasta el martes por la tarde. Algunos jugadores no regresaron a A Coruña o no se desplazaron a la ciudad deportiva, mientras otros, como Muntari, se marchaban cuando la expedición acababa de llegar a las instalaciones.

Una nueva piedra en el zapato del optimismo de Seedorf llegó por parte de su presidente, quien al término del partido del viernes no dudó en esbozar sus intenciones para la próxima temporada. «Si no conseguimos salvarnos, vamos a intentar montar un gran proyecto y ser el mejor equipo de Segunda. Estamos animados y con energía para seguir trabajando y queremos reflejarla en plantear un gran proyecto y subir», afirmó Tino Fernández. Este plantó la frontera para seguir en Primera en los 37 o 38 puntos. La cifra obligaría al Dépor a ganar al menos tres de los cuatro partidos que le quedan (contra el Barça, el Celta, el Villarreal y el Valencia). Además, para que se convirtiese en la permanencia, se debería dar otra condición: que el Levante no sumase más de dos empates hasta el final, o que el Espanyol, que ahora mismo suma 36 y estaría a tiro, perdiese todos.

Al vestuario le cuesta echar estos cálculos de la salvación. Luisinho se refirió a un milagro. «Faltan cuatro jornadas para nosotros y las cuentas están muy claras, y todo va a ser aún más complicado si gana el Levante. Nosotros vamos a pelear hasta el final, pero va a ser muy difícil. Ya ha habido varios milagros en estas temporadas en A Coruña y no siempre va a ser así», recordó escéptico.