El central afirma que la afición le reclama su versión del Eibar, pero es mejor jugador que entonces
09 ene 2018 . Actualizado a las 13:36 h.La sanción de Schär reabre las puertas del Dépor a Albentosa (Alcira, Valencia, 1988), uno de los jugadores más criticados por la afición.
-¿Se siente examinado permanentemente?
-Sí, es que yo creo que desde hace mucho tiempo cada acción, no cada partido, sino cada acción es como un examen para mí. Se me mira con lupa, y más a un defensa como yo, que no soy un jugador que pueda salir diez minutos y hacer un dribling, o marcar un gol. Un defensa tiene que meterse en el partido rápido, ser contundente, agresivo, intentar estar en comunicación con los compañeros y parece que esas cosas se valoran poco. Ahora con 29 años soy más maduro futbolísticamente, mejor futbolista que el del Eibar, y parece que la gente pida al del Eibar. ¡Si este Raúl Albentosa es mejor que aquel! Lo que pasa es que al final no he tenido la oportunidad, o el beneplácito, o la soltura para demostrarlo.
-Se criticaron mucho sus partidos contra el Girona y el Athletic.
-En el del Girona hay gente que se queda con el tema del penalti, pero es que al final ni uno (el que comete sobre Kayode) es, ni el otro (el que sufre Lucas para el empate) es. Incluso el árbitro dentro lo reconoce y cuando sale en la segunda parte pita penalti (el de Lucas). Eso lo digo aquí y donde haga falta, porque al final no había nada. Así que te van tachando por acciones puntuales.
-¿Y contra el Athletic?
-Juegas contra grandes jugadores y con un presupuesto... porque esa es otra, aquí hay que quedar el decimotercero por el presupuesto del equipo. No, mire, habrá que quedar como el equipo dé de sí y el equipo ahora está en descenso y hay que intentar salvarse, no quedar el decimotercero. Por esa regla de tres, el Athletic ha estado clasificado abajo con un presupuesto que es el séptimo, y tiene un equipazo: Aduriz, Raúl García, De Marcos, Williams, Susaeta,... Y empatamos a dos aquí, pero parece que se ha perdido por acciones puntuales, porque te atreves, pides el balón y fallas o lo que sea, o haces una falta y te sacan tarjeta, que no pasa nada más. La gente se queda con esas cositas. ¿Y las cositas que has hecho bien todo el partido, que has estado defendiendo a tíos que son internacionales? Pero parece que lo hago todo mal.
-¿Con su razonamiento sobre el tope salarial está enviando un mensaje al presidente?
-Es que sea de quien sea, no es un argumento real. La realidad es que vamos terceros por la cola, que hay muchas cosas que corregir en el club y en todo, y eso es lo que hay que mirar. No hay que mirar qué se hubiera podido hacer, o si se hubiera podido traer a no sé quién, o si hubiera estado el otro. Hay que fijarse en el ahora y cambiar lo que se tenga que cambiar.
-El único cambio que ha habido por ahora es la salida del director deportivo ¿le ha sorprendido?
-Sí, la verdad es que sí, porque Richard era un tío que al final prevalecen los resultados y por eso se le echa, pero ha mirado mucho por el club, por el bien del club siempre, y lo ha querido como si fuera suyo. Y eso es digno de admirar. Es difícil encontrar a alguien en un mundo tan profesional como el de Primera que mire solo por el equipo.
-¿Esperaba un hecho tan relevante con el Dépor en descenso y en pleno mercado de fichajes?
-Y a partir de ahora puede ser como ha dicho Paco Jémez en Las Palmas, que ya está bien de echar a entrenadores y a directores deportivos, que ahora hay que echar a jugadores. Y yo lo veo bien. Es que a mí si me dicen algo, tendré que agachar la cabeza y decir: “Pues tendré que hacer esto que dice el club”. Porque no estamos rindiendo lo que tenemos que rendir, y no me refiero solo a mí, sino a toda la plantilla. Si el equipo no va bien, hay que cambiar algo. Y los principales somos los futbolistas.
-¿Estos no lo pueden solucionar?
-Sí, queda una vuelta entera, hay mucho mimbre, mucho que corregir, igual también mucho que cambiar, esa no es mi faceta, pero se pueden hacer muchísimo mejor las cosas. Es increíble que un equipo como nosotros lleve quince puntos. ¡Quince puntos! Es algo muy pobre.
-Y 34 goles en contra.
-Sí, ya digo que hay mucho que corregir y es lo que tenemos que ir poniendo de nuestra parte cada uno e ir todos a una. Creo que es lo principal. Siempre deben prevalecer dos cosas en el fútbol. Primero, la confianza en uno mismo y en el de al lado, y que te la den también. Pero igual de importante es la unión. La unión hace la fuerza no es una frase hecha.
-¿Tienen mal ambiente?
-Nosotros no nos llevamos mal. No hay una unión de amistad, porque engañaría si digo que me voy a comer con este o que por las tardes nos vamos varios, porque no es verdad, pero no nos llevamos mal. Es mentira que nos llevemos mal. Pero por lo que sea no hay una gran unión.
-En el campo no han funcionado como equipo.
-No tengo esa sensación de decir que dentro del campo no hay unión, pero luego es verdad que he visto muchos partidos desde fuera y no se ve esa unión. Es contradictorio lo que digo, pero cuando juego no veo que nos falte unión, y cuando miro desde fuera creo que falta un poco más. La solución no es que un jugador diga que va a poner un poquito más. Es una cuestión de química, o de encajar las piezas, no sé, no es mi faceta. Mi función es trabajar y callar la boca. Y cuando salga al campo tratar de hacerlo lo mejor posible. Habrá quien me crea y quien no, pero yo voy a poner mi granito de arena para el Real Club Deportivo de La Coruña. Es lo que puedo decir a la gente que espera de mí que sea mucho mejor de lo que he sido.