Cristóbal encuentra un nuevo once de memoria

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Ensaya para el Camp Nou con la misma alineación que derrotó al Leganés

15 dic 2017 . Actualizado a las 17:27 h.

El fútbol se revela más sencillo de cómo lo pintan. El galimatías de las pizarras y las horas de vídeos se marchan por el desagüe de una de sus máximas más repetidas: aquello que funciona no se toca. El Deportivo cree haber encontrado la fórmula de la victoria. Es la que integran Rubén, Juanfran, Schär, Sidnei, Navarro, Guilherme, Borges, Carles Gil, Çolak, Adrián y Lucas. Estos once futbolistas, que derrotaron al Leganés, serán los mismos que intentarán la machada el domingo (20.45 horas, Partidazo) en el Camp Nou, donde el equipo entrenado por Cristóbal desea alcanzar la velocidad de crucero, comenzar a ganar con regularidad y dejar de mirar de reojo la clasificación.

Mel no había repetido once ni una sola vez en las nueve primeras jornadas ligueras. Hasta que lo despidieron. Sin embargo, a su sustituto la insistencia le pareció desde el primer momento la forma ideal para que su filosofía de juego cale. Ya lo había intentado nada más ascender al primer equipo, cuando el Dépor doblegó al Las Palmas a domicilio y recibió al Atlético de Madrid. Pantilimon, Juanfran, Schär, Sidnei, Luisinho, Guilherme, Borges, Valverde, Cartabia, Bakkali y Lucas jugaron de principio los dos partidos del nuevo entrenador. Pero en este último perdió en Riazor debido a un gol en el tiempo de prolongación, Juanfran se lesionó y para jugar luego en Málaga el técnico también movió a Rubén de la enfermería a la titularidad.

Así, la fórmula se rompió y Cristóbal ha tardado cuatro semanas en volver a dar con la mezcla que le convenza y ofrezca el aval del triunfo. Lo cierto es que hay quien podría pensar que el fútbol consiste en poner a los mejores sobre el campo (Valverde y alguno más, que ahora son suplentes tras haber sido imprescindibles en otros momentos de la temporada, nos perdonen) y Cristóbal parece impulsar este pensamiento, pues descarta cambios cuando gana y hasta piensa en los mismos para jugar contra adversarios tan dispares como uno fundado en el toque y otro que destaca por la garra. Los que derrotaron al Las Palmas, un contrincante muy blando defensivamente, acometieron la muy distinta misión de tumbar al Atlético, quizá el gigante más duro y competitivo en defensa de toda la Liga. Los roles se repetirán otra vez en esta ocasión. Los mismos futbolistas que doblegaron a un modesto y sorprendente Leganés, basado en la brega y la intensidad, desafiarán pasado mañana al equipo del talento y la posesión por antonomasia.

Recuperados

Ni siquiera la puesta a punto de Bakkali, titular en los tres primeros partidos de Cristóbal, pero suplente el pasado sábado, o el regreso de Luisinho, que lleva varios entrenamientos recuperado junto a sus compañeros y está a punto de recibir el alta médica, parecen hacerle dudar sobre la conveniencia de insistir y redoblar la confianza de los mismos jugadores que acaban de ganar el cuarto partido liguero. El Dépor quiere conocerse y ser conocido de memoria sea cual sea el rival, y por mucho que el derbi gallego de Riazor se perfile en el horizonte.