El madrileño se prepara para regresar al campo en el que aún recuerdan sus logros como técnico
16 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Casi veinte meses hace desde que vivió su último partido en el Benito Villamarín. Fue un derbi de Copa del Rey contra el Sevilla, que el Betis perdió por 0-2. Unos días después, caería en Getafe y sería destituido. Pepe Mel abandonaba así en enero del 2015 un banquillo que, a pesar de aquel mal momento, le había hecho disfrutar de grandes éxitos.
Ha pasado un año y nueve meses, y el ahora técnico blanquiazul regresa al campo que lo idolatró y todavía le guarda un gran recuerdo: «Pepe es una institución aquí. No tengo la menor duda de que el beticismo sabrá estar a la altura y lo recibirá como se merece, con una enorme ovación. Porque pocos han llevado este club con tanto cariño y tanto orgullo como Mel. De eso no me cabe duda». El que habla es Emilio Soto, el portavoz de Béticos por el Villamarín, una de las plataformas de accionistas que durante años han defendido el club contra las tropelías de sus dirigentes.
Otro reconocido bético en Sevilla es Antonio José Sánchez, directivo durante la penúltima etapa de Mel en el banquillo. Aunque formaba parte del consejo de administración que en su día lo destituyó, asume aquel error, y valora lo que el técnico supone para el beticismo.
«Pepe en el Betis es una institución por todo lo que ha representado. Aunó al beticismo en un momento muy complicado. Lo llevó Oliver al club, pero él supo estar en los momentos más difíciles. Tiene un gran predicamento y sus palabras todavía significan mucho en este club», explica Sánchez Pino.
El exdirigente verdiblanco explica cómo fue un cese que provocó el enfado de la afición: «Nos equivocamos. Se le destituye después de un partido que perdió, de manera injusta, frente al Rayo. Recuerdo perfectamente aquel encuentro. Fallamos un penalti y a la contra nos marcaron y nos ganaron. Se tiró por el camino más fácil. Y la afición no lo entendió. Mientras era presentado su sustituto en la sala de prensa, fuera había un nutrido grupo de hinchas coreando el nombre de Mel», recuerda el exconsejero, que coincide con Soto en que «seguro que el Villamarín lo va a recibir como se merece».
Y es que ambos personajes relevantes del beticismo coinciden en que «Mel es mucho más que un simple entrenador que pasó por el Betis. Ya como futbolista era muy querido». Pero su labor como técnico lo superó. «Además de unir al beticismo, los resultados hablan por sí solos. Cogió un equipo en Segunda División, lo ascendió y lo metió en Europa jugando muy bien al fútbol. Pocos entrenadores son capaces de hacer eso», reflexiona Emilio Soto.
Más de doscientos partidos como entrenador y cincuenta como futbolista
Aunque no se formó en la cantera del Betis e, incluso, llegó al club sevillano ya talludito y no pasó demasiados años como futbolista, el cariño que profesa el Benito Villamarín hacia Pepe Mel no es casualidad.
Y es que el ahora técnico blanquiazul cuenta sus etapas en el Betis por éxitos. Como futbolista, militó cuatro temporadas, en las que logró un pichichi en Segunda División con 22 goles, que permitió al Betis ascender. En los años siguientes anotaría 28 tantos más, hasta alcanzar la cifra de cincuenta en un total de ciento trece encuentros de competición oficial con la elástica de las trece barras.
Ya como entrenador, Pepe Mel acumula 202 encuentros sentado en el banquillo, en los que consiguió dos ascensos a Primera como campeón de Segunda División y una clasificación para la Liga Europa. Unos números que hablan por sí solos y que lo han convertido en uno de los entrenadores más exitosos de la historia del Real Betis.
Números y vivencias que provocan un cariño mutuo, como ayer recordaba el deportivista: «Es un partido muy especial para mí, lo marca el hecho de tener muchos amigos allí y de que todos, absolutamente todos, quieren que yo pierda. Es la primera vez que vuelvo después de casi seis años como entrenador. Allí he hecho muchas cosas buenas, he vivido muchas cosas malas también y el ambiente, el ruido, es conocido, pero será con sensaciones extrañas porque estará en contra de mi equipo», auguró el preparador madrileño, que vuelve al Villamarín un año y medio después de su salida del Real Betis.