Un plan claro y una discreta ejecución

TORRE DE MARATHÓN

MANUEL BRUQUE | EFE

El juego en largo del Deportivo chocó con la falta de centímetros y de acierto en el envío

29 ago 2017 . Actualizado a las 16:45 h.

El Deportivo tenía un plan. Y se agarró a él. Lo desgranó ayer Adrián en la sala de prensa de Abegondo: «Sabíamos que el Levante acumula mucha gente en el medio y no es fácil que te dejen jugar a gusto. Hay otros equipos que se abren mucho más. Queríamos buscar balones a la espalda y pases en profundidad hacia el punta o a gente de banda». Las sensaciones y la estadística coinciden aquí. El conjunto de Mel quiso saltarse la medular y la intención quedó retratada en el número de lanzamientos en largo hacia un compañero. Uno de cada cinco envíos (21 %) recorrieron varios metros hasta llegar a destino. Solo el Leganés empleó con más frecuencia este recurso en los diez duelos de la jornada. La efectividad fue inmediata, como también recordó el atacante blanquiazul ante los medios: «Así llegó el primer gol; buscando el espacio para que Luisinho pudiera centrar». El problema llegó a partir de ahí, porque el rival no cejó en su empeño de tapar vías y empezó a obtener resultados mientras que los blanquiazules se quedaban sin recursos.

El mapa de actividad es también inapelable. Los visitantes apenas pisaron campo contrario. Entre Juanfran y Luisinho sumaron dos centros al área. Siete habían acumulado ante el Real Madrid. El lateral diestro fue quien más padeció la ineficacia de la fórmula: apenas subió la banda y careció de emisario porque no hay central zurdo en el Dépor que trace las diagonales de Schär.

Más todavía padeció la segunda línea deportivista, que apenas entró en juego. Ivi, que saltó al campo en el minuto 64, tocó en más ocasiones el balón que Çolak y Bakkali. El primero solo entró diez veces en contacto con el cuero durante la hora que pasó sobre el césped.

Andone quedó desconectado y pendiente de balonazos que casi nunca ganó porque la propuesta contrastaba con la altura de los intérpretes. Hasta que apareció Borges, las disputas estaban claramente decantadas hacia el lado local. Lerma fue el tercer jugador que más balones aéreos ganó el fin de semana tras Ramis y Stuani. Rubén lo pagó con un 40% de acierto en el envío.

El plan original: mantener la posesión atrás obligando al Levante a adelantarse y dejar espacios no fue bien interpretado. Adrián completó el diagnóstico: «Los partidos no se pueden jugar siempre como uno quiere».