Razones para creer en el éxito del equipo de Cristóbal Parralo

i. antelo A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

NOELIA REY

El Fabril ha puesto el modo apisonadora: desde el 6 de diciembre hasta hoy, solo ha perdido un partido y fue hace más de tres meses

17 may 2017 . Actualizado a las 15:09 h.

Son jóvenes acaban de cumplir 20 años, pero ya acumulan una larga trayectoria en las categorías inferiores del Dépor. Enrique Fornos Domínguez (As Pontes, 1997) y Blas Alonso Pena (A Coruña, 1997) son dos de los pilares defensivos del campeón de Tercera. Juntos, explican a La Voz las razones por las que el deportivismo puede creer en el ascenso del filial a Segunda B.

En línea ascendente

Solo una derrota en los últimos 21 partidos

El Fabril ha puesto el modo apisonadora. Desde el 6 de diciembre hasta hoy, solo ha perdido un partido y fue hace más de tres meses. «Empezamos un poco con el pie izquierdo, los primeros meses no fueron muy bien, pero era lógico porque habíamos pedido a mucha gente que había sido muy importante el año anterior. Hubo muchos fichajes, un nuevo entrenador... Pero sabíamos que los resultados iban a llegar», explica Blas.

Unión

El vestuario, fortalecido por las críticas iniciales

El Fabril no juega a nada, ha traído mucha gente de fuera, hay mal rollo en el vestuario, el entrenador no conoce la categoría, no confían en los jóvenes... Frases escuchadas en diversos foros, que dolieron dentro del vestuario. Sin embargo, lejos de hundirles, los ha fortalecido como grupo. «Todas las críticas te acaban uniendo porque lo que quieres es darles en la cabeza y quitarles la razón. Quizás, al principio era normal porque no cumplíamos los objetivos, pero también es verdad que era muy temprano, éramos un grupo nuevo y nos teníamos que acoplar, Interiormente sabíamos que la reacción iba a llegar porque somos un grupo excelente», apunta Quique Fornos. «Cuando las cosas no van bien tú mismo sacas garra y quieres dar la vuelta a la situación. Sabíamos que había gente que no estaba muy contenta con nuestra actuación porque no estábamos bien clasificados y no estábamos jugando bien, pero confiábamos mucho en nosotros mismos y eso fue importante», añade Blas.

Crecimiento

Los jóvenes han dado el estirón definitivo

El año pasado, el Fabril jugó una fase de ascenso con un grupo formado mayoritariamente por séniores de primer año. La generación del 96 (Lucas, Edu, Pinchi, Corredera, Domingo...) y la del 97 (Blas, Quique y Jardel) han aprendido la lección. «La inexperiencia fue la mayor dificultad el año pasado. Estaba Manu [Mosquera], que era un gran entrenador y nos dio mucha confianza a la gente que salíamos de juveniles. Pero la Tercera es muy diferente comparado con el juvenil de División de Honor. Aquí son hombres y los equipos juegan a lo que juegan. Nos costó acostumbrarnos. Ahora tenemos un año más de experiencia y se nota una barbaridad», reconoce Blas.

Experiencia

Póker de veteranos para tirar del equipo en los malos momentos

Futbolistas como Nacho, Manu Molina, Borja Galán o Queijeiro están en el Fabril para ascender al equipo. El filial ha pagado la novatada en las últimas fases de ascenso y el club los ha incorporado para que tiren del carro en esas situaciones de máxima tensión. «Son muy importantes. Son pilares del vestuario. Tienen mucha experiencia. Nos ayudan a los más jóvenes y luego, en el campo, tienen mucho nivel», señala Blas. «Ellos son los primeros que nos van a dar consejos. Saben cómo es la categoría a la que podemos subir, han jugado más fases de ascenso y van a ser claves para ayudarnos», agrega Quique.

El cuerpo técnico

El banquillo suma más de mil partidos en Primera

La experiencia también llegará desde el banquillo con Cristóbal Parralo (454 encuentros en Primera), Javier Manjarín (329) y Manuel Pablo (349). «En ese sentido, lo tenemos muy fácil. Tenemos un cuerpo técnico formado por jugadores que han sido de primer nivel y, para dirigir al Fabril, nadie mejor que ellos. Nos ayudan y nos dan ejemplos de cómo fueron sus carreras», destaca Blas. «Tienen la experiencia que ninguno de nosotros tenemos y que ni nos imaginamos poder tener. Están muy pendientes de nosotros y va a ser un extra más que va a sumar», apostilla Quique Fornos.