Cine tailandés para motivar al Dépor

TORRE DE MARATHÓN

Mel utilizó un vídeo sobre la historia del Panyee como elemento motivador antes de jugar contra el Málaga

17 abr 2017 . Actualizado a las 13:35 h.

«En nuestra isla amamos el fútbol, pero ninguno de nosotros lo habíamos jugado». La historia del Panyee, resumida en poco más de cinco minutos, encierra un mensaje inspirador. Al menos, así lo entendió Pepe Mel, que tiró de ella para resucitar un efecto que parecía amortizado tras haberlo exprimido durante solo cuatro jornadas. Serie de partidos sin derrota a la que prosiguió otra idéntica sin conseguir vencer. El Deportivo se había quedado sin fuelle justo en el momento más exigente de la competición, y su técnico decidió devolvérselo con un masaje tailandés en formato visual.

Llegaba a Riazor el Málaga, ya con la misión de la permanencia cumplida, y al conjunto blanquiazul le urgía un triunfo para seguir el ejemplo del rival. La racha de reveses atenazaba a los jugadores, así que Mel quiso convencerles de que el objetivo era más que posible. Había un referente lejano al que mirar para creer. Estaba encerrado en el vídeo de una campaña en la que el fútbol era poco más que una excusa para vender la marca de TMB. El departamento de márketing del banco fundado en Bangkok se había servido en una de sus campañas del increíble nacimiento del Panyee, representante deportivo de una aldea flotante de poco más de mil personas en el sudoeste tailandés.

Allí, en 1986, once chavales decidieron que querían jugar al fútbol; una ambición poco apropiada para quienes habitan un pequeño peñón con aspecto de ánfora en medio del mar. O eso parecía hasta que los críos empezaron a juntar pedazos de madera y se construyeron una cancha artesanal sin darle bola a las burlas de la vecindad. Allí jugaban después de clase, salvando las dificultades que podrían esperarse en un destartalado recinto como aquel. Clavos amenazantes, firme irregular y balón al agua a cada rato, que obligaron al grupo a afinar su habilidad. Por eso, cuando se atrevieron a acudir a su primer torneo, lo hicieron con una inesperada ventaja sobre cualquier rival: los inconvenientes les habían dotado de una técnica superior. Cayeron en semifinales, pero para entonces habían enganchado a todo su pueblo y plantado la semilla del futuro Panyee Football Club, que ya en un recinto más profesional se convirtió en equipo de referencia en Tailandia. Su conjunto de categoría juvenil se proclamó varias veces campeón regional.

La historia, explotada por TMB, sirvió hace unos años para cautivar a varios nuevos clientes. El sábado, recuperada por Mel en la charla prepartido, enardeció al plantel blanquiazul. «Todo es posible si uno cree en si mismo», proclamó el entrenador del conjunto coruñés. Hasta ganarle al Málaga y dejar al Dépor a tiro de la salvación.