«Mamá, me han convocado»

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Edu Expósito, un cerebro con alma de portero, viaja con el Deportivo tras dos años en A Coruña

02 abr 2017 . Actualizado a las 17:07 h.

«Mamá, me han convocado para ir a Valencia». Con este mensaje, salido de su teléfono móvil nada más entrar en el vestuario tras la sesión de entrenamiento, anunciaba Edu Expósito en el grupo de wasap en el que están su madre y hermanos la noticia que tanto tiempo llevaba esperando. Por fin, iba a ser futbolista de Primera División. Le falta todavía jugar, pero es un pasito más en la carrera de este cerebro balompédico con alma de portero.

Cuando de pequeño salía de casa, Edu Expósito (Cubellas, Barcelona, 1996) siempre lo hacía acompañado de unos guantes de portero de los que nunca se separaba. De muy niño jugaba de delantero. Posteriormente, retrasó su posición hasta el medio. Pero en ningún caso, dejó de llevar consigo esos guantes de portero. Porque el joven fabrilista que viajó ayer con el primer equipo a Valencia siempre tuvo pasión por la meta. Y eso le sirvió el día que expulsaron al cancerbero de su equipo y tuvo que situarse debajo de los palos. «La verdad es que hizo un buen partido», recuerda Ana, su madre, que hoy estará en Valencia acompañada de uno de los hermanos del joven blanquiazul.

A mil kilómetros de Cataluña le llegó a este mediocampista de alta calidad técnica y llegada a la meta rival su oportunidad de flirtear con la Primera División. Futbolista desde los cuatro años y, posiblemente, futuro entrenador (está haciendo los cursos), Edu siempre tuvo claro que quería probar suerte en el mundo del balompié. Por eso se vino a A Coruña sin haber cumplido todavía los 20 años para vivir la experiencia y luchar por su sueño. «Había otras propuestas, algunas más cerca, pero él tenía claro que quería ir para ahí. Nos lo dijo y lo apoyamos en todo momento. Sabemos lo que para él suponía y hemos estado siempre a su lado», recuerda la orgullosa progenitora.

El nieto de la señora Ana

Y el tiempo le ha dado la razón a Edu, pese a que vestir de blanquiazul supuso a renunciar a su familia y estar lejos de su abuela Ana, a la que, con solo 17 años, estuvo durante algún tiempo cuidando cuando el alzhéimer llamó a su puerta. «Siempre fue muy maduro. Entrenaba en la Damm y cuidaba a mi madre. Le cambiaba el pañal, estaba pendiente de sus pastillas, le ponía el desayuno...», explica Ana. La madurez hecha persona en un adolescente, al que cada día recogía un taxi para recorrer los 50 kilómetros que había desde su domicilio hasta las instalaciones del club de fútbol. Estando en A Coruña, la abuela falleció y Edu sigue exhibiendo su unión, un año después, con una foto de los dos como imagen de perfil de wasap.

Madurez, inteligencia y humildad pueden ser las cualidades que definen la vida en general, tanto futbolística, como privada del joven barcelonés que el pasado verano vio cómo una necesaria operación de una hernia le impidió hacer la pretemporada con el Dépor entonces dirigido por Gaizka Garitano. Porque entre todos los futbolistas del Fabril, si había uno que llamaba la atención del técnico vasco, ese era Edu Expósito. Meses después, y después de sufrir otra lesión que le apartó dos meses de los terrenos de juego, el mediocampista catalán disfruta de su momento mágico en una temporada en la que ha marcado ya cinco goles con el Fabril y en la que ha tenido la ocasión de convertirse en un habitual en las últimas semanas de entrenamientos del primer equipo.

Un futbolista que puede convertirse en el primer canterano que hace debutar Pepe Mel. «Si viaja es porque le veo oportunidades de jugar. Yo no hago las cosas de cara a la galería». De momento, esta convocatoria puede servirle para asentarse en los entrenamientos de un primer equipo con el que el próximo verano realizará la pretemporada.